El ángel del demonio

Capítulo 2

titulo: Capturada en tu lección.

Nuevamente despertaba sin embargo mis ojos se encontraban vendados por una venda negra que no me permitía ver ni al más mínimo rayo de sol, gire la mirada de un lado a otro intentando remover la venda sin embargo fue completamente inútil debido a que ni el más mínimo centímetro se movió por lo que después intente mover tan solo el más mínimo musculo el cual se me fue impedido por unas cadenas gruesas y frías que me sujetaban fuertemente a la silla por lo finalmente me rendí al igual que bajaba la cabeza tal y como un perro derrotado después de morder y morder su soja el cual jamás se rompe.

-Vaya el ángel acaba de despertar- dijo nuevamente esa voz y no era la de mi agresor.

Logre escuchar que sus pies impactan contra el suelo, por lo que hago una pequeña mueca de desagrado ante su presencia por lo cual el contrario soltó un bufido.

-Que acaso no te alegras de verme- Su voz se escuchaba al frente mío al igual que fue confirmado, debido a que empujo mi cabeza con el mango de un cuchillo- o se me olvidaba, no puedes ver.

-No se supone que tu ibas a matar me.

-o no te equivoques, eso hare y no tengas duda de eso, pero esa cara que tienes no es divertida- soltó una pequeña risa burlona- por lo menos deja me ver esos ojos pidiendo vivir mientras ven como le vuelo los órganos.

El lentamente retiraba la venda de mis ojos hasta despojar me de este pero la luz repentina dañaba mis ojos así que cerré los ojos agachando la mirada, no le daré ese gusto de verme a los ojos mientras me arrebata la vida, no, ni siquiera le permitiré eso, sabía que debía escapar a cualquier costo, lo debía hacer por mi familia.

-Algunas últimas palabras-argumento mientras colocaba su cuchillo en mi cuello

-Lamento no complacer te señor pero morir no está en mis planes, gracias por su consideración- Sonreí de medio lado.

Al parecer mi respuesta le gustó debido a que lentamente alzó la cabeza riendo a carcajadas aunque más bien estabas gritando por lo que levante las cejas de manera interrogativa.

-Realmente eres única, pero eso no durara para siempre, nada dura para siempre, así que vamos dame una sonrisa antes de morir

Imite su risa lo mejor posible con la esperanza de que se lo creyera lo que al parecer fue un éxito debido que su sonrisa se tornó seria sin despegar sus ojos de mi al igual que disminuía la fuerza del agarre del cuchillo.

-Realmente crees que tus matanzas duraran para siempre- Nuevamente reía haciendo mi cabeza hacia atrás- por favor no me hagas reír, tu apestas como la mugre que hay en mis zapatos

-Tu mereces tener una lección – Su rostro se ponía tenso mientras tomaba mi cabeza con su mano- ¡¡qué diablos quieres decir con eso!!

-jooo... realmente no comprendes o es que realmente tienes un cerebro tan estúpido- suelto una sonrisa burlona mirando lo a los ojos los cuales no se lograban ver debido a la máscara de cuervo sin embargo sabía que él podía ver los míos- o peor aún es que ni siquiera tienes nada allá arriba

El alzo su mano a más allá de su cabeza por lo que cerré los ojos en espera del impacto del golpe, pero en vez de eso, tomo mi mentón haciendo que lo vea a la cara por lo que enarco las cejas confundida por su reacción ante mi comentario burlón.

Lentamente retiraba su máscara hasta la altura de su boca donde me dejaba ver una sonrisa de oreja a oreja encantadora pero en mi caso provocaba que me hirviera la sangre.

-Dime cariño ¿quieres vivir? ¿Tienes alguien por quién vivir?- Pronunciaba lentamente por lo que abro los ojos como unos grandes platos- te volveré a preguntar ¿tienes alguien por quién vivir?