CAPITULO 3

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El trayecto en el coche hacia la casa de Calum fue un poco incómodo. No sabía como reaccionar ante lo que había pasado hace un momento en mi casa. Seguro que Calum comenzaba un interrogatorio en cualquier momento y no tenía ganas de responder a ninguna pregunta.

Llegamos a la que sería la casa de Calum, ya que él estacionó enfrente y se bajó del coche. Fue corriendo hasta la puerta del copiloto y, abriéndola, me ayudó a bajar. Yo seguía con la cabeza gacha. Me sentía humillada. Había conocido a Calum desde hace muy poco tiempo y que hubiese visto lo de antes era vergonzoso. Joder, todo me salía mal.

-Hey -dijo Calum intentando llamar mi atención. Pero al ver que no respondía, me dio un abrazo. - Vamos a pasar adentro, no nos vamos a quedar aquí toda la vida, ¿no?

Yo levanté la cabeza y le di una sonrisa triste a lo que el me respondió asintintiendo mientras que también sonreía. Al menos sabía comportarse en situaciones tensas. Nos dirigimos a la puerta de la casa y entramos en ella.

La primera imagen fue la de un chico jugando a un videojuego y que se encontraba sentado en el sofá que había en la sala. Tenía el pelo... ¿Púrpura? Espera, ¿Calum vivía con Michael? Juré que era Michael, no se ve a gente con el pelo de colores todos los días.

-¡Eh, Michael! -gritó Calum. Tenía razón, era el chico que habló conmigo en el insituto. 

Michael giró la cabeza hacia Calum y le hizo caso omiso volviendo a poner toda su atención al videojuego. Debió de darse cuenta de que Calum no había venido solo y volvió a girar la cabeza en nuestra dirección. Apagó la consola y se levantó del sofá. Calum me dirigió hacia él posando su mano en mi cintura.

-¡Mira! Dije que nos volveríamos a ver y aquí estás. No creo que seas otra de las putas de Calum, normalmente él las sube directamente a su habitación y no se queda parado a que le preste atención. - Michael miró a Calum con una sonrisa burlona y siguió hablándome. - ¿Qué haces aquí?

-Ehm.. Yo... -no sabía muy bien que contestar.

-Luke y yo estuvimos con ella y la llevé a casa pero ella no tenía llaves y no había nadie allí, así que la traje aquí. - me cortó Calum. O más bien me ayudó y me sacó del apuro de contestar a Michael. - Nos vamos a mi habitación, intenta recoger un poco este desastre, tío. Que tenemos visita. 

Michael nos miró pícaramente y acto seguido resopló, tirando un cojín del sofá a Calum, quien se estaba riendo por lo que le había dicho. Se dirigió a las escaleras y le seguí.

-Si alguna vez  Michael es ordenado o recoge, es porque se acaba el mundo. - dijo riéndose mientras subíamos las escaleras y llegamos a su habitación. - Ponte cómoda, me voy a cambiar, ahora vuelvo.

Calum salió de la habitación con ropa en la mano. Yo me senté en el borde de la cama sin saber bien que hacer. Al rato volvió. Se había quitado los pantalones negros tan apretados que llevaba al igual que sus amigos y estaba sin camiseta. Joder.

Se tumbó a un lado de la cama colocando sus brazos detrás de la nuca y mirando al techo.

-¿Qué quieres hacer? 

Yo encogí los hombros. No sabía que hacer ni que decir. Aún seguía un poco cortada por lo de antes.

-Mira Amy, si quieres hablar de lo que ocurrió en tu casa puedes contármelo, pero no te voy a forzar. -se colocó en la cama de forma que me miraba apoyado en un codo. - No quiero que te encuentres incómoda ni nada de eso, sólo dime cómo te puedo ayudar.

No sabia si contarle a Calum que últimamente tenía más roces violentos con mi padre. Sabia que podia confiar en él pero no queria darle pena ni que discutiera con mi padre.

I'LL BE THEREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora