Capítulo 12

15 4 0
                                    


Narra Sam

No lo creo, volvimos a Venezuela, Rith estuvo caminando apoyada en mi todo el camino desde la estación de trenes hasta su hogar, se veía exhausta, así que decidí cargarla y ella no tenía energía siquiera para decirme que no la molestara o que la dejara en paz. Estuve caminando por bastante tiempo, ya que como no había transportes a esta hora nos tocaba caminar.

Ella solo jadeaba, parece que estaba muy cansada. Ya llegando a su hogar en "La nueva Esmeralda" decidí sentarme a descansar, caminar tanto, con armas y peor aún, cargando a Rith es bastante agotador pienso yo... saqué una bolsa de papas de mi mochila que había hurtado de una de las oficinas de los altos mandos, tenía algo de hambre así que me dispuse a comerlas en total tranquilidad.

Rith estaba prácticamente dormida, en realidad es muy tierna así como está.

-Humm?

Que extraño, juraría que oí un ruido extraño que provenía de aquella parte del bosque. Me acerqué para ver que sucedía, era una cascada, que extraño, esto ha de ser nuevo o algo así porque en todo el tiempo en el que había estado caminando o pasando por la esmeralda jamás lo note. No presté mucha atención de la pequeña cascada y me centré en buscar aquel extraño sonido.

-Huh...

Parece que no era nada después de todo.

Estuve caminando cerca de la cascada buscando algún rastro o algo parecido, tenía la corazonada de que algo iba a encontrar. Entonces escuché unos susurros de los cuales se escuchaba más y más conforme caminaba, estaban a la vista... Americanos, seguramente estaban buscando a la Fantasma Infernal y a el Soldado de la Oscuridad... pues claro somos desertores, tendría que haberme esperado esto. Demonios, dejé mis armas con Rith, pero tal parece ellos tampoco estaban bien armados. En ese momento me vieron. Rayos, traigo puesto el uniforme Alemán. Son tres, puedo acabarlos. Solo bastará calcular que puedo hacer para terminar con esto de la forma más eficiente. Rayos, salieron corriendo hacia mi antes de que pudiera pensar todo concretamente, bueno supongo que tendré que improvisar

-Vengan!

Me atacan, uno ya me ha asestado un golpe en la costilla, pero eso no me detiene para devolverle un gancho y noquearlo automáticamente, no parecen ser muy buenos en el cuerpo a cuerpo. Tal parece que el otro está tratando de empujarme por la cascada, casi lo logra pero antes de eso logré darle la vuelta a la partida y empujarlo yo a él. Estoy al borde, pero solo me queda uno, puedo hacer lo mismo con el! O eso estaba por hacer, porque en ese momento salió Rith de unos arbustos corriendo, su mirada me lo decía todo, tu puedes!

-Lo intentar...

Antes de poder terminar su frase, el otro soldado me empuja hacia la cascada, pero yo lo agarro y me lo llevo conmigo... estoy acabado.

Guerra en las víasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora