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#22 Día Libre

#22 Día Libre

Calum

Hoy era el primer día que Calum y tú tenían libre después de alrededor de un mes. Habías estado ocupada con la escuela y Calum había estado ocupado con la banda. Por lo que te había recogido de tu dormitorio temprano en la mañana para llevarte a almorzar. El almuerzo en sí había sido una excelente oportunidad para hablar y ponerse al día; Calum hablaba emocionadamente sobre las canciones ya compuestas y un tour que iba a empezar pronto y tú te quejabas sobre tu molesta compañera de cuarto.

-Así que _____-Calum comienza después de que acabaras de contarle una historia-. Tengo algunos planes para los dos esta tarde.-dice jugando con tu mano a través de la mesa.

-... De acuerdo ¿Vas a decirme cuales son?-preguntas ladeando tu cabeza a la derecha. Una sonrisa traviesa cruza su rostro al mismo tiempo que sacude su cabeza diabolicamente. Ruedas los ojos en respuesta.

-¡Nope!-anuncia remarcando el sonido de a ''p'' y te mira como si estuviera orgulloso, con una carcajada amenazando por salir de sus labios. Se levanta de la mesa y toma tu mano para que te levantes con él-. Vayámonos, entonces.-exclama entrelazando sus dedos y llevándote a la puerta.

Pronto te encuentras a ti misma caminando por las familiares calles de la ciudad sin mediar palabra, Calum tararea bajito mientras inconscientemente acaricia el dorso de tu mano con sus dedos.

Caminan un rato más hasta que se detiene frente a una tienda de mascotas. Lo miras escépticamente. Esto siempre terminaba mal. Calum tenía un profundo amor por los perros, todos sabían eso y se apegaba a ellos cada que iban a una tienda de animales solo a ''ver''. Por supuesto que en cada ocasión el quería tomar uno y llevarselo a casa, pero al estar de un lado a otro la mitad del año por compromisos de la banda; le era imposible ser capaz de hacerlo. Así que en cada una de esas ocasiones, dejaba el lugar con una depresión latente que no lo dejaba tranquilo por el resto del día

-No es lo que estás pensando, _______.-se defendió cuando le echaste una mirada-.No estamos aquí para ver a los perritos, simplemente pensé que sería buena idea el conseguirte un pez, así tienes a alguien que te haga compañía cuando yo no esté alrededor.-levanta las manos mientras habla y abre sus ojos fingiendo inocencia.

-¿De verdad, Cal? ¿Un pez me mantendrá acompañada?-podías sentir tu frente arrugarse con confusión. Era obvio que él solo quería ver a los perros.

-¡Sí! Tú sabes, podrías abrazar su pecera y... ¡Solo estoy tratando de ser un buen novio, ______!-hace un puchero con los labios y cruza sus brazos sobre su pecho. Muerdes tu labio para contener la risa y sacudes lentamente la cabeza.

-Vamos, Cal, vayamos a que me compres un pez.-ante tus palabras, una pequeña sonrisa reaparece en su rostro y abre para ti la puerta de la tienda de mascotas. Lo conduces a donde están una serie de tanques enormes con un montón de peces coloridos nadando de un lugar a otro, caminas por el lugar viendo diferentes especies y al voltear te encuentras a Calum haciendo una cara de pescado (con los labios apretados y los ojos bizcos) a uno de los tanques.

-Entonces ¿Cuál te gusta¡-pregunta emocionado luego de un rato, niegas con la cabeza. Había un montón de peces ¿Cómo ibas a ser capaz de elegir entre tantos? Abres la boca para responder cuando te interrumpen de golpe.

-¡Cuidado!-la voz de un hombre grita. Tu cabeza gira en dirección a la voz y ves a un pequeño cachorrito corriendo hacía ti y por coincidencia a la puerta detrás de ti. Calum salta en acción y atrapa al animal antes de que pueda alcanzar la salida. Sonríe ante el pequeño perro lleno de energía y se levanta en toda su altura. El cachorro presiona su húmeda nariz contra Calum y lame su mejilla.