Capitulo 3

0 3 0
                                    

Me dispuse a dormir así que me levanté del sofá y camine a mi habitación. Hacia demasiado frío, me abrase y tallé un poco los brazos. La calefacción del departamento era terrible, nunca funcionaba.

Al llegar a la habitación lo primero que hice fue acostarme, solo eso quería.

— Mañana será... Un nuevo día..

Dije cansado, no me atreví a quitarme los zapatos, me quedé dormido, aunque aún sentía el frío.

Por la mañana el despertador sonó a las 5:00 am, no tuve más opción que silenciarla de un golpe, vaya tenía mucho que no me levantaba a estas horas de la madrugada, mis párpados me pesaban, me levante de la cama, busqué el uniforme de jardinero, me lo puse de manera lenta, mi flojera era demasiada.

Cuando terminé de vestirme solté un leve gruñido.
Me levante y me estiré un poco, cuando me di cuenta era demasiado tarde ¿Cuanto tiempo me tardé en vestirme? Bueno eso ya no importa ahora debo correr, que mala suerte la mía vivir tan lejos.

— Maldición debo darme prisa...

Salí corriendo de la casa, corrí por mucho tiempo hasta que me cansé, ya estaba más cerca así que deje se correr, estaba cansado, mi respiración estaba muy agitada, suspire mientras caminaba lentamente, a lo lejos se podía ver la mansión así que eso me dio algo de ánimos.

Cuando por fin llegué toque la puerta y en seguida abrió Jeorge.

— Vaya, que puntual.
Dijo el anciano mientras se alejaba un poco de la puerta.

— Si, es mi primer día no podía llegar tarde.

Dije con una sonrisa mientras entraba a la mansión. En ese justo momento escuche el eco de unos pasos bajando por las escaleras, giré un poco mi cabeza, era ella, la bella castaña, hoy llevaba un vestido azul marino con algunos detalles plateados en forma de flores.

— Buenos días...

Dijo ella mientras nos miraba a Jeorge y a mi.

— Buenos días señorita.

Dijimos ambos al unísono y yo la mire con una sonrisa, no se si me sentía emocionado o nervioso, era una mezcla extraña de emociones.

— Al parecer llegó puntual, eso da una buena impresión. Jeorge, ¿Puedes llevar al joven a los jardines donde empezará a trabajar?.

— Claro que si señorita. Joven, sigame por favor.

Yo asentí y seguí a Jeorge que caminaba en silencio hasta llegar a la parte trasera de la mansión. Abrió la puerta dejando mostrar aquel patio, cuando salí para darle un vistazo me quede estupefacto.

— ¿Este es... El lugar donde voy a trabajar?

Jeorge asintió y yo suspire, no sabré nada sobre jardinería pero solo podría decir que su aspecto lo es agradable, había árboles secos, hojas por todas partes, arbustos con las ramas muy crecidas, y las flores, las flores no eran lindas. Al contrario algunas estaban deshojadas, es muy diferente a lo que había pensado, él césped estaba muy largo, parecía que no lo habían cortado en siglos.

— Usted tendrá a alguien que le ayude, es el señor Bob, debe estar trabajando por ahí, busque lo y empiece a trabajar.

— Esta bien, gracias Jeorge.

— De nada, Bob le dará las herramientas necesarias para trabajar y le mostrará en donde se encuentra el cobertizo.

Dicho esto se retiró, yo empecé a buscar al tal Bob, recorriendo él triste y deplorable jardín, no tarde mucho en encontrarlo, estaba acostado sobre la carretilla, con el sombrero cubriendo su rostro, debe ser broma.

— Hola, ahh, ¿Usted es el señor Bob?

El hombre no hizo caso, seguía acostado, le hable de nuevo y suspire.

— ¡¡Oiga Estoy hablando con usted!!

En ese momento escuche un ronquido y le quité el sombrero, ¡¡Estaba durmiendo!! Estaba durmiendo en horas de trabajo....

— Oiga despierte!

Para mi suerte el hombre despertó lentamente y me miró extrañado.

— ¿Quien es usted?

  ❀The garden, the love of my life❀ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora