Capítulo 2

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La mujer me miró algo desconfiada ¿Se habrá dado cuenta de que he mentido?, no lo se, no lo hice muy notable. Se quedó algo pensativa durante unos pocos segundos.

— Esta bien, tiene el trabajo.

Sonreí y de igual manera solté un suspiro de alivio, me deslice por el asiento. Me levante con la postura recta mientras miraba a la mujer.

— Muchas gracias, le prometo hacer un buen trabajo.

Dije con muchos ánimos ya que estaba feliz por haber conseguido el trabajo.

— Si, como sea, puede pasar con  Mery, ella le otorgará su uniforme, empezará mañana... 8 am, puntual por favor.

Vaya, ese tono de voz... Era serio pero aún así me gustaba.

— Gracias, bueno, me retiro...

Hice una reverencia y caminé hacia la puerta, tomé el brillante picaporte y lo giré, empuje la puerta haciendo que esta se abriera; al salir la volví a cerrar. Ahí estaba Jeorge, esperándome, para ser un anciano esa postura lo hacía ver muy gallardo.

— Ahh, la señorita me ordenó ir con Mery para que me entregue el uniforme.

— Claro, venga conmigo.

Caminamos por la casa hasta que llegamos a la cocina, donde había varios empleados riendo y comiendo.

— Mery — habló Jeorge y en ese momento se levantó una mujer de la silla que estaba frente a la mesa. Era alta, y con cabello rojizo, era muy linda, vaya esta mansión esta llena de mujeres lindas.

— Dime Jeorge.

— Él será el nuevo jardinero, la señorita quiere que le entregues su uniforme.

— Claro, venga conmigo.

Todos decían "claro venga conmigo" , ¿Acaso no sabían decir algo más que eso?, en fin, seguí a la mujer hasta una habitación. Abrió la puerta y esta estaba oscura, así que encendió la luz, esta no lograba iluminar la habitación entera y la luz parpadeaba un poco.  Ella sacó una caja empolvada, sacudió el polvo que cubría la superficie de la caja, el polvo me llegó hasta la nariz y me obligó a estornudar. Abrió la caja y sacó un uniforme color blanco.

— Bien creo que este puede quedarte. Por cierto soy Mery, soy el ama de llaves.

— Muy bien Mery, yo soy Leo.

Ambos sonreímos y esta me entregó el uniforme.

— Por favor, debe probarse el uniforme.

Asentí mientras miraba a la pelirroja salir de la habitación y cerrar la puerta. Empecé a quitarme la ropa mientras di un suspiro pesado,al quitarme la ropa por completo me puse el uniforme, me quedaba bien, o eso creí. Al no haber espejo en la habitación salí de la habitación mirando a la mujer.

— Bien, este uniforme me queda a la perfección.

— Así es, se ve de maravilla.

¿Acaso el ama de llaves trataba de coquetear conmigo? No. No creo.

— Bien iré a cambiarme de nuevo.

Entre a la habitación para ponerme mi ropa, doblé el uniforme con mucho cuidado y volví a salir.

— Bien, eso es todo por hoy, nos veremos mañana Mery.

— Adiós Leo, te veré mañana.

Asentí y me di la vuelta, ya sabía cual era el camino a la salida así que no fue necesario que Jeorge me acompañara. Después de salir de esa mansión caminé por mucho tiempo para poder llegar a mi departamento. Cuando llegué al edificio, entré y empecé a subir las escaleras, hasta llegar al segundo piso, estando frente a la vieja puerta de madera tome las llaves y abrí, la puerta emitió un pequeño chirrido.

— Debería poner aceite en las bisagras.

Dije para mi mismo mientras cerraba la puerta y me aventaba a mi viejo sofá, cuando caí sobre él este desprendió algo de polvo.

— Leo, ¿Ahora que harás?. No sabes nada de jardinería.... A lo mejor sólo lo hice porque no estaba en mis cinco sentidos. ¿Acaso esa mujer lo ha provocado?...

  ❀The garden, the love of my life❀ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora