Prólogo

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Extrañaba la sensación de sentir el viento en mi cara, tan refrescante.

Estar saltando de árbol en árbol despierta la adrenalina y el casi caer hace que el corazón se detenga por un breve instante.

Hoy por fin vuelvo a tener lo que a los 5 años perdí, mi libertad.

Lamentablemente no todo en esta vida es gratis pues tengo que pagar mi libertad evitando que el caos emerja dando inicio a "la tempestad".

Muchos dirán que no se trata más que de un simple mito, un cuento de terror para que los niños traviesos se vayan a dormir, pero nosotros sabemos la verdad.

Al momento de nacer aparecieron unas marcas en nuestras espaldas, estas nos identifican como un praesidio. Estas marcas comienzan a sangrar al momento de que inicia la lucha contra los tenebris, seres parecidos a nosotros y a los humanos cual poder no viene de una marca sino que viene del cinabrio, una piedra que sola puede causar graves daños al cuerpo humano pero manipulándola puede ser la causante del inicio de la tempestad.

Nosotros los praesidios y los tenebris somos los únicos capaces de tocarla y respirar serca de ella sin subrir algún tipo de daño.

Somos los únicos capaces de salvar a este mundo y a sus habitantes pero poseemos 8 reglas que nunca debemos de romper.

I. No  cuentes lo que vez.

II. Que otros no vean lo que puedes hacer.

III. Luchar hasta el fin.

IV. No dejarse atrapar.

V. No tener piedad con el enemigo.

VI. No perder vidas humanas.

VII. Destruir la piedra aun que tu vida se pierda en ello.

VIII. No te enamores de...

Praesidio  Los adinkrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora