Cap 2. Descubiertos

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Al poco tiempo de que la clase iniciara logré captar una energía que jamás olvidaré, hay un tenebris cerca pero ¿en dónde? Por curiosidad mito hacia atrás y observo a un chico viendo a todas partes asustado.

Parece comenzar a tranquilizarse hasta que me mira.

Tengo la sospecha de que el tenebris le dijo algo a el y si es así confirmaría que no estaba equivocada.

Sonreí triunfal pues nuestra misión es encontrar y exterminar a los tenebris, estamos más serca de nuestro objetivo.


Llegó el descanso y salí del salón seguida por el molesto de Eliot. Giré sobre mi eje para encararlo.

-¿Qué es lo que quieres?- quería que  mi tono fuera irritado para que me dejara en paz pero veo que eso no sirve de nada pues puso una mirada de superioridad que suelo llamar una cara de estreñimiento.

- Escucha, Aya- su voz no podía ser más desagradable, se inclinó hacia mi apoyando un codo en la pared - tal vez no tuvimos un buen comienzo, dejame presentarme y verás  que poseo varios encantos.

-Te conozco perfectamente bien, lo sé todo de ti, tu nombre es Eliot Arcas, tienes diecisiete años, estudias en LHDM, justo aquí, vives con tu madre y tu hermana menor, tienes una iguana de mascota, reprobaste anatomía y lograste obtener puntos mostrándole y algo mas tu anatomía a la profesora que se encuentra detenida en este momento por trafico de drogas- su cara ahora era de sorpresa y terror- ¿debo mencionar tu enorme lista de ex novias? Supongo que no.

Comencé a caminar hacia algún lugar indeterminado pero su voz me detuvo.

-¿Cómo sabes eso?.

-Busqué información tuya en internet, deberías de tener cuidado con lo que posteas.

Seguí mi camino por el pasillo hasta dar vuelta en la esquina en donde estaba el tipo de la clase de hasta atrás que al verme de frente se sorprende.

- ¿Estabas espiando me?- le pregunté poniendo mis manos a ambos lados de la cadera.

-No, para nada, es solo que...- se pausó- Yolanda tuvo una junta así que me pidió que fuera yo quien te guiara, si no te molestas claro.

-Para nada.

Comenzó a mostrarme las instalaciones, se notaba nervioso así que hice una que otra broma.

-Por lo general cada aula tiene su respectivo nombre en la puerta como puedes ver- llegamos al final en donde el pasillo de dividía en dos- a la derecha se encuentran los baños y el comedor.

-¿Ahí sueles espiar a las chicas?- se ruborizó al instante que dije eso, era muy divertido- es un chiste, aunque por tu reacción pareciera que si lo haces.

-Yo no hago eso.

-Si claro ¿y que estabas haciendo hace rato?

-Eso...

-Te atrapé.

-No es que te estuviera espiando.

-Como digas.

-Enserio, solo quería pregunterte sobre la voz.

-¿Voz? ¿Qué voz?- obviamente sabía qué voz pero si le respondía se involucraría más de lo debido.

-No, ninguna - se da la vuelta. empezando a caminar.

-¡Ey!- llamé su atención- no has terminado de mostrarme la instituto.

-Lo siento, lo olvidé- volvió a caminar hacia mi rascándose la cabeza.

-Es muy despistado - susurré para mi misma.

Praesidio  Los adinkrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora