Al fin solos.

652 29 0
                                    

Que sí, que no, que histeriqueo yo, que histeriqueas vos, así eran las cosas hace unos meses entre Renato y Gabriel. Hace rato que sentían cosas mutuamente, aunque ninguno hablara, se lo hacían entender con miradas. Si bien Quattordio era un pibe que tenía como lema de vida "animarse", parece que le costaba demasiado cuando se trataba de encarar a su compañero.

Gallicchio era más reservado, le costaba más, y obviamente no le fue fácil aceptar que sentía cosas por el pendejo de ojos cafés, pero todo se fue dando naturalmente. El primer paso para la aceptación de sus sentimientos fue que no dejaba de pensar en él. El segundo, que se ponía celoso cuando lo veía con alguien más, sea quien sea. Y tercero y último, no dejaba de sentir esa necesidad de cuidarlo, de protegerlo.

Ahora se encontraba ahí, en su habitación, emocionado por empezar la gira y pasar tiempo con Tato, pero antes de todo debía hacer algo. Tomó el celular en sus manos, texteando a su novia "Tenemos que hablar" le había mandado, la chica no tardó en aparecer, ahí fue cuando Gabriel le puso final a esa relación que ya en vez de avanzar, retrocedía. Era libre, bueno en parte lo era, para serlo del todo debía confesar sus sentimientos.

Eran las 10:00 am, y ya todo el elenco estaba preparado para al fin subirse al micro y arrancar a rodar. — Hay un pequeño problema — dijo Florencia, la directora de la obra. — Dos personas se van a tener que ir en otro micro, porque no entramos todos en uno ¿Quién se ofrece? — preguntó.
— Yo no tengo problema — dijo Renato mientras alzaba la mano. Gabriel lo miró con un sonrisa formada en sus labios — Yo lo acompaño — hablo el rizado, dándole una mirada complice a su amigo.

Encontrándonos || QuallicchioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora