Messages To You (Death the Kid x Reader)

二

Me asaltaron en Brooklyn.

Fue divertido, realmente.

¡No estoy lastimado, por cierto! Eran dos armas aficionadas, intentando llevarse mi dinero o algo así. La mayor de las dos intentó arrinconarme contra la pared y amenazarme con su compañera, una pistola.

Obviamente nunca habían intentado asaltar a un Dios de la Muerte.

Después de eso, el resto de mi viaje fue bastante aburrido, a excepción del final,  cuando me encontré de nuevo con esas chicas y con algunos matones o algo por el estilo. Supongo que vivir robándole a la gente te puede meter en ciertos problemas.

Ellas dijeron no necesitar mi ayuda, pero las personas que las atacaban eran mis objetivos de todos modos, así que me encargué del asunto; pero no antes de ver a esas dos peleando.

Fue magnífico, son hermanas, y pistolas gemelas. 

¡Completamente simétricas! O al menos cuando están transformadas en armas. De otra forma, son casi polos opuestos. Una es baja y amarga, la otra es alta y amarga. Asumo que es por su pasado creciendo en las calles. 

Ahora están en libertad condicional, pero les he proporcionado alojamiento, comida y cualquier cosa que puedan querer aquí en Death City, a cambio de sus servicios como armas. Siendo completamente honesto, no creo que estén muy agradecidas por mi hospitalidad, pero les dije que sería un poco más descriptivo al hablar de sus crímenes con un juez, y que probablemente obtendrían un castigo peor a ocho meses de libertad condicional.

Todavía no las he usado en combate, en realidad nunca he usado una pistola antes, pero estoy seguro de que lograré dominarlo. No les agrado demasiado a las chicas, me dicen  "Niño rico malcriado" o  "Mocoso" el noventa y ocho por ciento del tiempo; pero estoy seguro de que en algún momento nos llevaremos bien.

Parte de su sentencia incluye servicio comunitario, así que las coloqué en el más tranquilo y pacífico entorno, un pequeño café afuera de la academia, sin embargo...

Terminan lanzándome tazas a la cabeza cada vez que paso por ahí. No hace falta decir que el dueño de DeathBucks no está muy feliz con ellas.

¡Pero debiste haber visto sus caras cuando atrapé la taza que me lanzaron! ¡Esa mirada...!

Me recordó a ti, de hecho.

Esa mala cara que pones cuando estás irritable.

Maldición, ya casi no puedo pensar en el pasado, eso hace mi TOC peor.

Se está volviendo en más que un problema. Ayer, después de salir de DeathBucks, corrí hacia una chica que tenía un vendaje de un lado de su cabeza y no del otro. 

Me molestó más de lo que creería, así que me detuve y la arreglé; moví el vendaje al centro de su cara y peiné su cabello para que fuera perfecto.

Odio ser así. Ya no puedo controlarlo. He movido todos los muebles en nuestra casa para que sean perfectos, y las líneas de mi cabeza cada vez me frustran más y más. Cada vez que me miro en un espejo... Siento disforia y... De nuevo quiero morir.

Está bien de todos modos, simplemente intentaré no verme más en espejos. No te preocupes por mí, por favor. Estoy seguro de que tienes mucho que hacer.

Espero que termines con tu misión pronto, para así poder verte de nuevo. No es por presionarte, pero ya yo me terminado cerca de cincuenta misiones en un año mientras que tu sigues atascada en una. Qué gracioso...

Pero, hablando seriamente, espero que regreses pronto.  Estoy realmente preocupado.

Recuerda, mi padre te envió a ese mundo porque eres la única que puede hacerlo. Nunca has sido afectada por las ondas de locura, y sé que puedes mantener tu cabeza sana, siempre has podido.

Sé que estás sola en este nuevo mundo, y que se siente vacío y... Doloroso... Pero mantente fuerte.

Sé que puedes hacerlo.

  — Death the Kid