la chica de la laguna

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Habían pasado varios años desde que derrotaran a Orochimaru. Naruto ya no era el niño jovial y alegre que solía ser. A sus 22 años, era todo un jovencito aunque en su mirada seguía manteniendo aquella inocencia de su más tierna infancia. Había cambiado. Mucha gente se lo había dicho, y, a su madurez se le sumó una fuerza innata que aunque ya poseía desde que nació, sólo con el tiempo aprendió a controlarla. Se había vuelto más serio, y en su fría mirada ocultaba lo que tiempo atrás no dudaba en esconder. Había guardado sus sentimientos bajo una máscara. La verdad es que se asemejaba bastante a Sasuke, en aquella época en la que fueron grandes amigos y compañeros.

Paseaba tranquilo por la villa. No corría ni un soplo de aire y podía respirarse la paz y la calma de los días tranquilos que antaño se habían quedado tiempo atrás.

Las chicas no ocupaban su mente. Tiempo atrás había estado terriblemente enamorado de Sakura, no obstante, cuando comenzó a madurar, se dio cuenta de que su amor por ella era infructuoso y fruto de su niñez, además, ella sólo quería a Sasuke, y aunque Sasuke no daba muestra ninguna de afecto por nadie, Naruto dejó de inmiscuirse en medio y terminar por olvidarse del tema.

Pero ahora era Sakura la que lo perseguía a él. Desde hacía tiempo la había notado algo extraña, pero él no era muy dado a darse cuenta de las cosas que sucedían a su alrededor con las chicas. No las entendía, y ya no quería malgastar el tiempo pensando en ello. Era una idea que se le antojaba ridícula.

Mientras observaba la calma de su alrededor, miró hacia un árbol, donde Sakura estaba apoyada. Ella no había cambiado nada con los años, seguía igual que siempre, aunque el pelo rosado le había crecido de nuevo y le sobrepasaba la cintura.

Naruto la respetaba. Se había vuelto muy fuerte y por eso había establecido un gran respeto hacia ella, pero nada más. Cada vez que la miraba y se acordaba de cómo se comportaba cuando tan sólo era un niño, le entraba la risa.

-Hola Naruto!Lo saludó ella.

-Sakura. Dijo él formando una leve sonrisa en su rostro.

-¿Qué haces? Preguntó ella acercándose hacia él.

-Pasear. Últimamente no le gustaba extenderse demasiado con las explicaciones, y no le gustaba que la gente intentara inmiscuirse en sus asuntos, eso lo había aprendido muy bien de Sasuke.

-Ya veo…Dijo ella desilusionada mientras miraba hacia el suelo.

Naruto se dio cuenta de que quizás había sido un poco frío con ella, después de todo habían pasado muchas cosas juntos….intentó ser más amable.

-Oye…¿Recuerdas cuando Sasuke, tú y yo formábamos equipo? La verdad es que nos lo pasábamos bien…a pesar de que teníamos nuestras diferencias. Sonrió con gracia

-Oye Naruto….

Sakura permanecía triste, con la mirada perdida en el cielo incluso parecía que había algo que la preocupaba.

-¿Te encuentras bien Sakura?

No podía evitar ser amable con los demás. Era una costumbre que nunca desaparecería. Se preocupaba mucho por los demás.

Sakura comenzó a llorar desconsoladamente y de repente se echó en sus brazos. Naruto se quedó completamente estático, no sabía como reaccionar. Hace tiempo quizás le habría causado algún efecto. Sin embargo el permanecía indiferente, aunque con cuidado, separó a Sakura y le limpió las lágrimas con sus manos.

La miró a los ojos por un instante y le dio ánimos, aunque no sabía de que iba el tema.

Sakura empezó a lloriquear, ésta vez con más fuerza y se apretó fuerte contra su cuerpo. Lo estrechó hasta que Naruto apenas podía contener la respiración, aferrándose con fuerza a su cuello.

NaruhinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora