He caído en la cruda realidad de nuevo.
Bien, está bien, he estado peor, me hablaste lindo por varios meses y dijiste que no había nada malo conmigo, me hiciste pensar que tal vez podría ser la persona más genial de este mundo de nuevo, dijiste muchas cosas, muchas.
Despierto esperando hablar contigo, resulta que ya no quieres nada, es extraño y me parece irónico, que me rompan el corazón dos veces en menos de 6 meses, pero está bien, mi fallo fue haber creído en las personas.
He llegado a la conclusión, de repente a golpes, que las personas son muy poco confiables.
Pues bueno, lo siento, pero te he añadido en mi lista, ahora te hablaré, si, claro que puedo, te veré a la cara (si es que la vuelvo a ver ) y te sonreiré, pero ya no te veré como amigo, ni con confianza, ni como humano, solo eres una pieza de ajedrez.
Me haz fallado y me has dejado sin ninguna explicación, bien, si no quieres decirme, puedo vivir con eso, puedo vivir con todo eso, mis padres me han fallado, mis amigos últimamente me han fallado también, pues bueno, no importa, así voy enterrándolos a todos.
Tengo sed, y hambre, tengo ganas de devorarme todo sin importar qué, quiero verlos caer uno por uno, quiero olfatear el miedo, quiero estar en control, quiero manejarlos de manera sutil, seré líder, seré justa y dura también, lo lograré, porque la niña ingenua fue enterrada en el bosque hoy, y ha salido un monstruo cazador, con nuevo pelaje, fuerte y pesado, mirada y mente fría, estratega, analista, rastreador.
Creanme cuando digo que tengo la mirada puesta en el juego, me escucharán aullar a lo lejos, y sabrán que iré por ellos, cuando menos se lo esperen, cuando crean que están tranquilos.
