Capítulo Ⅱ

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Preludio de Verano  

Aquel día no tenia nada que hacer, y no precisamente porque no le hubieran hecho ninguna propuesta de trabajo, sino que aquel día era el único el cual cada año siempre dejaba libre para sí, un día en el cual podía hacer lo que quisiera, y sin embargo, no hacia nada.

Algunas veces rondaba lugares que solía frecuentar en sus años de academia, otras solo veía con desdén la nada desde un paraje cercano al mar, o simplemente conducía por horas sin un rumbo fijo. Todo aquello se había vuelto una tradición desde hacia ya al rededor de cinco años...

En aquella ocasión, el castaño se encontraba recostado en un parque cerca del centro de la cuidad, aunque a pesar de su ubicación, este no era muy transitado o siquiera visitado, aquel era uno de sus tantos lugares de escape favoritos de sus tiempos en la academia. Aquel día en particular y con aquel aire veraniego, le hacían querer dormir ahí por siempre y nunca más despertar.

-Tal vez...

El ligero y cálido soplo del viento estremeció  los arboles y los arbustos con una genuina calma y lentitud.

-...así, podríamos volvernos a reunir... -bisbiseó antes de volver a serrar sus ojos y sumirse en el ambiguo recuerdo de su antaño ayer.


  ♭  

-¿Seguros que Nanami entró en este parque? -inquirió Syo.

-Si, se fue tras el gato negro. -añadió la chica.

-¿No es ese el gato que Nanami-san cuida en la academia? -infirió el peli-azul.

-¡Oh, es cierto! -


 ♭  

  —Ahora, ¿dónde se habrá metido Kupuru? —se cuestionó mentalmente mirando en todas las direcciones, llamando le en especial la atención, una cabellera marrón.    

La chica de lacios cabellos color atardecer fue directamente a donde pudo divisar a una persona recostada en el suelo, más que nada se acercó por la curiosidad de ver a alguien "dormir" en un lugar así, mas al ver la cara de aquel castaño, se preocupo levemente, pues lucia algo pálido, y su cara reflejaba algo de dolor. Así que la joven rápidamente se acercó al hombre para ver si se encontraba bien o necesitaba ayuda.


  ♭ 

-Creo que vi a alguien por allí.-informó Masato.

-Vamos. -apoyó el que llevaba un sombrero.


  ♭   

-Disculpe, ¿se encuentra bien? -preguntó al incrase junto a aquella persona y tocar levemente su hombro despertando al susodicho.

-Hum...

Le profundo gis y la brillante primavera se encontraron en un mismo tiempo, el cual pareció volverse pasado ante el presente.


-¡Hey, miren, ahí esta Nanami! -

-¡¡Nan... -

-Shii... -Tomochika le tapó la boca al más enano. En su mente lo único que pudo aparecer fue el recuerdo de las palabras antes dichas por Tokiya, "¿y si a lo mejor ese era el susodicho novio de su mejor amiga?"

El castaño frunció levemente el entrecejo. Aquella muchacha le resultaba extrañamente familiar, mas no lograba recordar de dónde. 

Ittoki, Tomochika, Syo y Natsuki, quienes fueron los que se adelantaron, decidieron ocultarse tras un árbol y algunos arbustos de la  zona, aunque en si, fue más que nada por la continua insistencia de la chica, pues desde el punto de vista de los chicos, aquel extraño se encontraba demasiado cerca de su amiga, y eso no les agradaba en lo absoluto.

¿Qué Es El...         ¿Amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora