Capítulo 39: Te necesito como respirar

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Verás peque... Luís ha tenido un accidente muy grave. Puede que le haya costado su vida-. Dijo Ana llenándose de valor para contarlo, temblándole la voz y llorando desconsoladamente.
Rompí a llorar fuertemente.
-Noooooo...... no es verdad-. Dije llorando como nunca antes lo había hecho, tirada en el suelo.
-Me llamó su representante hace nada para que se lo comunicara a sus allegados. A él lo avisaron los de la ambulancia. El accidente fue llegando aquí, a las afueras de Madrid. Un camión iba en dirección contraria e invadió su carril. Lo tuvieron que excarcelar. Estaba muy inconsciente, sin apenas pulso. Iban a tratar de reanimarlo y salvar su vida. En cuanto tenga noticias me avisa-. Explicó Roi detalladamente.
No daba crédito.
-Nooooo....-. Era lo único que podía decir sin poder levantarme del suelo.
-Ven cariño, saldrá de esta, él es fuerte-. Dijo Ana tendiéndome la mano para que me levantara y dándome un abrazo.
-No le pu-e-de pa-sar na-da no le pu-e-de pa-sar...-. Dije tartamudeando, sin poder controlar el llanto y respirando fuertemente.
-Tranquila mi vida... tranquila-. Decía Ana acariciando mi espalda para consolarme.
Gala seguía llorando muy fuerte, decidí ir a junto de ella a calmarla. No podía verla así.
La cogi en brazos y no pude evitar llorar más. Me recordaba a él.
-Pequeña...-. Dije acunándola para que dejara de llorar.
-Además él venía para aquí y yo iba a arreglar todo con él. Si yo no hubiera hecho lo que hice, él no se hubiera ido. Es mi culpa. Todo esto es mi culpa-. Dije acurrucando a Gala en mi pecho y llorando todavía más.
-Aitana... de eso nada. No es culpa de nadie. La culpa es del conductor del camión que invadió su carril. Tuya no es ninguna ¿vale? Deja de culparte siempre de todo-. Dijo Ana secándose las lágrimas.
-Mi Luisín...-. Dije llorando fuertemente al recordar todo lo vivido con él.
-No puede ser... no puede pasar. Se tiene que salvar si o si-. Añadí hablando en alto, como si estuviera loca.
Sonó el móvil de Roi. Era el representante de Luís.
-Vale, vale, de acuerdo, en nada estamos ahí-. Respondió al teléfono.
-Me dijo que acaba de llegar al hospital, que va derecho a quirófano a luchar por su vida. Van a hacer lo que puedan-. Dijo Roi, rompiéndose en mil pedazos mientras lo contaba.
-Vale, está bien, Roi vete en tu coche que yo voy en el mío y las llevo a ellas-. Dijo Ana.
-Vale, nos vemos allí-. Dijo Roi dándonos un abrazo a cada una.
Llegamos al hospital. Vimos a su representante a lo lejos, por lo que decidimos ir a junto de él.
-Hola, ¿como estáis?-. Preguntó.
-Desolados...-. Dijo Ana rompiendo a llorar.
-Ya avisé a su familia, están de camino-. Comentó.
-Yo avisé a nuestros compañeros de operación triunfo y a Manu, a Noe, a las Javas y asi. Pero a nadie más-. Dijo Roi tristemente.
-Joder... joder... por que le tuvo que pasar a él...-. Dijo su representante llevándose las manos a la cabeza.
-Ana... noooo... no puede ser... yo lo necesito. Quiero estar con él... -. Dije llorando en el hombro de Ana.
-Tranquila peque...-. Dijo abrazándome fuerte.
Vimos a Miriam, que venía a lo lejos corriendo.
-Aquí estoy... buah... pensé que no llegaba-. Suspiró.
Nos abrazó a las dos.
-Estamos más juntos que nunca. Él se salvará y estará con nosotros de nuevo-. Añadió.
Esas palabras terminaron de descomponerme más.
En mi cabeza no paraba de dar vueltas el hecho de que si yo no hubiera discutido con él, él no se hubiera ido y no hubiera ocurrido esto. Además por lo que discutimos fue por una tontería de niña pequeña mía. Como le pasara algo no me lo perdonaría jamás.
Noté una presión fuerte en el pecho y que me costaba respirar. Traté de parar de llorar pero me fue imposible.
-Ana, no me estoy encontrando nada bien... tengo una presión muy fuerte aquí en el pecho y me asusta-. Dije.
-Tranquila, llamo al médico-. Respondió.
Vino el médico, le contamos todo lo ocurrido, por lo que me tomó las constantes vitales.
-Estás muy nerviosa. Tienes muchas pulsaciones, el corazón te va a mil por hora. Te voy a dar una pastilla que es un calmante por lo que te relajará. Luego vuelvo-. Comentó.
Asi fue, en media hora me quedé dormida en el sofá del hospital.
-De Gala me hago cargo yo mientras-. Dijo Miriam enganchando el carrito.
-Bien buena es, ella presenció toda la noticia, pobrecita, si ves como lloraba, ni que presenciara algo...-. Le explicó Ana.
Después de dos horas yo ya había despertado y estaba más tranquila. Vimos que se acercó un médico.
-Familiares de Luís Cepeda-. Preguntó un médico saliendo del quirófano.
-Nosotros, por favor-. Dijo Roi levantándose de la silla.
-Bien, hemos operado de urgencia. De momento parece que está estable aunque aún tiene que estar en observación unas cuantas horas por posibles cambios. Llevó un golpe duro. Está en peligro aún pero creo que puede llevar buen camino-. Comentó.
Me enganché a Ana y lloré más todavía.
-Lo que debió de sufrir...-. Exclamé entre lágrimas.
Vimos que entraban por la puerta del hospital sus padres y su hermana.
-María...-. Grité.
-Aitana...-. Dijo abrazándose a mi.
-Saldrá de esta, él es fuerte-. Me dijo su hermana llorosa.
Sus padres fueron a hablar con el médico, al fin y al cabo eran su familia más directa.
Aproveché para salir a las afueras del hospital a hablar con Ana, necesitaba desahogarme.
-Ana verás... me siento muy culpable de esto. No paro de darle vueltas. Estas semanas he sido un poco brusca hacia él, con todo. Le pedí un tiempo porque no estoy realmente capacitada para llevar una relación en condiciones, pero menos para ser madre. A esto se le sumó mi depresión y mi baja laboral. Creía que podría con todo pero no puedo. Me desborda. Yo a Luís lo quiero muchísimo y aunque algún día nuestros caminos se separen, va a seguir siendo esa persona especial. Él es el padre de mi hija. Pero te juro que si ahora le pasa algo yo me muero Ana, me muero. Es todo culpa mía...-. Dije llorando desconsoladamemte.
-Aitana, como ya te dije antes, tú no tienes culpa de nada. Luís es mayorcito y va a entender todo. A veces el tiempo es necesario para ver si realmente os queréis y os necesitáis. Tú tienes que ir al psicólogo y que te ayude, te fortalecerás y podrás volver a retomar tu gira sin ningún problema. Ahora lo importante es que Luís salga de esta, que estoy segura que lo hará. Él es fuerte. Luego hablaréis lo que tengáis que hablar-. Dijo Ana fumando un cigarro.
-Es cierto... es necesario hablarlo pero sobre todo que se ponga bien. No me perdonaría jamás que le pasara algo y menos por un acto mío de niña caprichosa-. Cotinué.
Al terminar Ana su cigarro, entramos dentro.
-Nos dijo el médico que en media hora podremos pasar a verle. Está mejorando favorablemente y necesita mucho reposo-. Dijo Encarna al vernos llegar.
-Vale, pasar antes la familia logicamente-. Dijo Miriam mientras acunaba el carrito de Gala.
-Aiti, que pasen primero mis padres y luego vete tú si quieres-. Me dijo María.
-María, luego vete tú, eres su hermana, yo ya entraré con Ana o Miriam, de verdad-. Contesté.

¡Hola de nuevo! Como bien os dije igual tardo algo más en volver a escribir otro capítulo pero este ya estaba casi terminado y decidí acabarlo. Voy a intentar reflejar un poco la situación actual en la novela, para que no sea tan impactante. Puede que en un futuro haya sorpresas para bien, no digo más 😜 Gracias por leerme y estar ahí. Un saludo ❤️

Lo bueno está por llegar (TERMINADA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora