capítulo 1

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Dos años después

- LENA!!!!!, vamos apúrate o vamos a llegar tarde.

La voz de mi mejor amiga que era más una hermana para mi estaba taladrándome los tímpanos.

El departamento era hermoso teniendo en cuenta las vistas ya que estábamos en pleno centro donde desde el último piso podíamos observar toda la ciudad. Estando tan arriba era sentir como si los problemas no pudieran alcanzarnos, lamentablemente al ser solo nosotras dos cuando una hablaba fuerte o a los gritos los escuchabas aunque estuvieras en la otra punta.

La voz de mi compañera seguramente se podían escuchar hasta en china.

Desgraciadamente esto se repetía todos los días desde que vivimos juntas. Así que no me era nada nuevo que isabel tardara más de la cuenta en estar lista y tuviera a todo el mundo esperando, pero era un infierno cuando decidía que era hora de salir y te llamaba a los gritos desespera al ver que se le hacía tarde.

- Oye, no había necesidad de gritar sabes, estoy aquí hace 20 minutos esperándote Ela si no fuera por mí nunca llegarías a tiempo.

al parecer mi comentario no le gustó mucho por que recibí un golpe en brazo como siempre que decía algo que no le sentaba bien. Siempre La dulce Ela tan tierna y delicada (notase el sarcasmo).

- Vale, la próxima intentaré estar a tiempo.-me respondió con una sonrisa avergonzada.

Esa respuesta la escuchaba a diario así que ya no estaba sorprendida de su contestación. La señorita del look perfecto, viniendo de una familia adinerada hacia honor a ella con su forma glamorosa de vestir teniendo en cuenta que no aparentaba para nada ser la nerd más nerd del campus como era el caso.

Al parecer era una norma que ella y su hermano debían cumplir antes de salir de casa, dios no quiera que algún miembro de una de las más prestigiosas familias en todo el país no cumpliera con todos los requisitos de persona perfecta.

Una completa y total tragedia en el actual mundo superficial lleno de idiotas vacíos de carácter y personalidad, que lo único que les interesa es lo que opina la gente de ellos. Ela me había contado que su mama era así y a pesar de que a la rubia le daba igual lo que otros decían seguía su rutina de belleza, según ella porque era un capricho en el que le gustaba invertir tiempo para sentirse bien con sigo misma y debido a eso estaba agradecida con su madre por haberle enseñado el mundo de la moda y así pasarse horas eligiendo las mejores combinaciones.

- Tu desayuno esta sobre la mesada, anda vamos mueve tu culo que si no me voy a quedar dormida acá sentada.

Su mirada era de reproche ante mi comentario pero que más daba ya estaba cansada de intentar mantenerme despierta mientras la señorita se tomaba el tiempo del mundo para hacer las cosas como si la vida fuera a esperarla.

Había ordenado mi habitación después de una ducha para despertarme, preparado el desayuno para las dos y limpiado un poco el cuarto que usábamos de estudio y biblioteca.

- Ya va pesada,  siempre tan exagerada.

- JA! yo exagerada ? pero que caradura.

Ella no entendía que yo no necesitaba una eternidad para estar lista y que siempre terminaba esperándola.

- Mmmm esto esta riquísimo, no sé qué haría sin mi café por las mañanas.

- Lo sé yo igual

- Primero tomo café y después existo. - dijimos al unismo para reír a carcajadas.

- Bueno chica café deja que yo lo limpio, mientras anda a busca la carpeta con el trabajo que tenías que entregar hoy. - le indique para ganar algo de tiempo.

- Vale, vale ahora voy.- me respondió sonriendo para salir disparada hacia su habitación.

Una vez que termine de limpiar y acomodar todo me mire por primera vez en el espejo que teníamos cerca de la puerta de entrada y vi que estaba echa un desastre en comparación con mi muy siempre arreglada rubia.

Ya era una costumbre, al menos ahora podía mirarme sin que me repudiara la imagen que veía en él.

Al ser su mejor amiga la gente creía que debería de verme tan bien como ella pero no. Yo a diferencia suyo prefería lo simple y cómodo, no lo adecuadamente estético pero molesto al andar ya que en mi cabeza no entraba como es que algunas mujeres soportaban tanto dolor solo para verse bonitas.

Mi estilo a pesar de ser otra super nerd tampoco era el de la típica rata de biblioteca sino más bien el de chica mala, mi pelo negro largo suelto por la espalda, el maquillaje justo para cubrir la enorme cicatriz que cruzaba mi cara desde la mi ojo derecho hasta mi mejilla. En cuanto a la ropa, mi placard se reducía a pantalones negros con muchos bolsillos combinados con musculosas blancas, para los pies botas o borceguíes negros que iban a juego con mi campera de cuero.

- Ya estoy lista. - dice apareciendo a mi lado para aplicarse labial.

- Bien vamos, hoy te toca conducir.- le digo con un mohín y le entrego las llaves, cualquier otra persona hubiera puesto cara de cansancio o fastidio pero Ela estaba como un niño en una juguetería.

cerramos con llave y esperamos el ascensor unos minutos, una vez dentro era una costumbre verla mirar el celular para comprobar redes sociales y contarme los nuevos chismes. Ya en planta baja saludamos a coro a Carlos nuestro portero para ir a buscar el auto.

Luz De LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora