Hace muy poco reflexione de esto en una madrugada de inspiración y euforia.
Papá.
Hace unos años atrás descubrimos una traición.
Papá dice "Perdonenme, no quise hacerlo. En verdad".
Eso hubieras pensado cuando consumaste ese acto. Cuando tocabas su piel con fervor y cuidabas a ese niño, besándolo y abrazándolo cuándo yo moria y daba todo por recibir una sola de tus miradas tranquilisadoras.
Eso hubieras pensado cuando te fuiste sin ver atrás en tu carro gris. Cuando mamá, mis hermanos y yo te vimos partir desde la puerta negra de la casa. Cuando me escape desde los brazos de mamá y fui corriendo como podía detrás del automóvil, con mis piernas ardiendo y mis ojos esperanzados con que estuvieras el auto y bajaras a darme un abrazo. A despedirte.
Pero no fue así, aceleraste aún más.
Creías que todo iba a estar bien. Que era solo algo temporal y que pronto encontrarías una forma de decirnoslo.
Pero tú no sabés lo que se siente.
No sabes lo que se siente que no tengas un superhéroe con quién volar por los aires del pequeño patio de la casa, con quién arreglar las puertas que rechinan, con quién ver películas hasta quedarse dormidos, con quién puedes cocinar y pasarle las vasijas sucias para dejarlas relucientes, con quién salir a comprar esas paletas ácidas con las que hacíamos muecas.
TU NO SABES LO QUE SE SIENTE.
No sabes toda la tristeza por la que pasé. No sabes qué dejaba a un lado las tareas porque era más el peso de recordarte que de recordar las fechas de historia. No sabes que dormía casi el 100% del día porque quería sentirme inexistente, para dejar pasar el tiempo y no sentir. No sabés cuantas grietas tiene el corazón de mamá por verme undida en la cama, casi fundida entre la almohada, las cobijas, la depresión y yo, y que ella sabe que actualmente eso no me deja dormir. Que ella tuvo que aguantar verme no comer y ver que cada día costaba más el caminar, costaba más el recordar, costaba más el sentir, costaba más el respirar. Tú no sabes cuánto sufrí.
Papá dice "Cuando seas más grande lo entenderá y verá la realidad de las cosas".
NO LO ENTIENDO.
A veces siento como la depresión se encarga de aparecer y atormentar cada pedacito roto de mi, jugar con el y romperlo más, y más, y más, qué aunque quisieras recogerlos con millones de abrazos cortarían la piel, dejando un rastro de sangre y profunda desesperación.
Un día vez el engaño como algo lejano...
AL OTRO DÍA TU ERES LA ENGAÑADA.
Y si, quizá pueda ser que solo sean cosas ambiguas que pienso y que no tienen nada que ver. Que me tomes por loca y qué no te importe nada de lo que sienta. Que te centres en tí, en tu trabajo, en tu teléfono, en tu adulterio, en tus estrategias de engaño.
Y siempre vi esto como un juego de ajedrez.
Tú siempre como un rey y yo como un peón más de la partida, sustituible o intercambiable. En un momento avanzas 2 casillas y de repente estás a merced del rey que puede comerte con un solo movimiento y dejarte invalida y lastimada del lado de las piezas negras, otra más de la lista de peones comidos, otra más de las engañadas, otra más de las lastimadas.
Papá dice "Otra más del montón".
¿Y tú qué eres?, ¿Un rey único e incomible?.
NO QUIERO SER UN PEÓN MÁS DEL TABLERO.
NO QUIERO VOLVER A SER UNO JAMÁS.
TU NO ENTIENDES NADA.
ESTO NO ESTÁ BIEN.
YO NO ESTOY BIEN.
¡¿PORQUE NO LO ENTIENDES?!
4:30 a.m