Me alegra saber que pude entrar a clases ya pasada de tiempo, la verdad costo que me aceptaran cuando ya el semestre había empezado.
Voy camino a mi primera clase del día y espero que todo marchen bien, la verdad no deseo mas disgustos.
Abro la puerta y aun hay pocas personas, me siento en los primeros asientos para así ver mejor todo y no tener que hablar con nadie.
Apenas van dos semanas de clases debo ver como me pongo al día, no soy una persona de hablar mucho con desconocidos.
Si algo me enseño todo lo he tenido que pasar es a no confiar en nadie.
Algunas personas suelen ser muy amables cuando necesitan algo de ti, una vez se lo das te olvidan como a la bolsa de basura que sacas fuera de casa.Estaba tan entregada en mis pensamientos que no me fije cuando la clase se lleno hasta que el profesor habló.
-Bien chicos, Buenos días a todos! -Valla que si hablaba alto el profesor, tendré que sentarme en otro asiento, puede que me quede sorda al finalizar el semestre.
-Espero que se hayan encontrado fácil los ejercicios que les deje asignados- Bum!! Y así es como se me arruina el día, se me olvido decir que esta clase es de matemáticas no? Pues ya lo saben y yo soy una fiel seguidora, quizás la número uno en odiar las matemáticas.Así pasa la clase, el profesor es muy carismático, así como lo era yo antes de que pasara todo aquello.
.....
Ya la clase finaliza y decido ir con el profesor para ponerme al día con todo lo relacionado a las clases pasadas de estas dos semanas.
-Permiso profesor, puedo pedirle un favor, es que necesito que me preste algún manual para ponerme al día, esta fue mi primera clase acá y a causa de inscribirme tarde no llevo el orden.
El profesor me mira como si me escaneara y eso me hace sentir incómoda luego levanta su mirada y llama a alguien entre el grupo de chicas y chicos donde reían a carcajadas -Dairon!! Puedes venir acá por favor.
Siento a alguien pararse a mi lado pero no lo miro, no me gusta mirar a las personas a la cara siento como si me leyeran intensamente así como leo mis libros.
-Me llamó profe?- Dice el chico con tono muy amable, tiene una voz áspera y algo ronca pero igual se escucha bien.
-Si, podrías ayudar a... Como dices que te llamas?
-Kiandra.
-Podrías ayudar a Kiandra ella llego hoy a clases y se que nadie más que tu la podría ayudar con todo lo que he dado en estas dos semanas. -Genial tenia que ser un chico, acaso no hay de esas chicas inteligentes en esta clase, dirigiéndose a mi ahora me dice -Espero tu entrega para la próxima semana.
Y con eso se marcha dejándome con en chico a mi lado.
Gracias por leer, espero sus votos y comentarios!!
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INESPERADO
Teen FictionY cuando pensé que ya no tenia esperanzas apareció el, su manera de hablarme, de mirarme, de protegerme aún sin saber de que. A veces y solo a veces necesitas una sacudida para poder animarte y despejar esa niebla que te embarga. Mi mundo era vacío...