My I ~ JunHao

04.~

Jun Hui no fue capaz de abrir sus ojos por sí mismo sino hasta que pudo sentir la manera en la que su hombro era sacudido discretamente; Won Woo que ya había regresado de su charla con Ji Hoon estaba haciendo el esfuerzo por despertarle puesto que su hora libre había terminado y el maestro de su siguiente horario no tardaría en llegar y claramente ninguno quería que el extranjero terminara recibiendo un pase a detención por estar dormido en medio del salón.

Por su parte el chino no estaba  del todo feliz con el tener que interrumpir su siesta por lo que en cuanto su mirada se posó en su pálido compañero de puesto y este le regreso la mirada, le dedicó un pequeño puchero, acción que consiguió que Won Woo le diera una pequeña sonrisa, y es que Jun Hui se veía verdaderamente adorable cuando hacía aquellos gestos infantiles.

Las clases consiguieron seguir avanzando, cada una más aburrida que la otra; lo único que esperaba el chico de descendencia china era poder volver a su hogar y descansar lo que no había podido dormir durante la noche anterior; aquel día no tenía clases de arte, por lo que no podía simplemente emocionarse por su materia favorita, así que su única motivación era el llegar a dormir a su hogar y tal vez, solo tal vez, una parte de él esperaba que al poner su cabeza sobre las almohadas de su cama y dejarse arrastrar al mundo del dios de los sueños aquel angelical rostro volviera a hacerse presente en su subconsciente. 

Muchas veces Jun se preguntaba si el podía ser considerado un adolescente normal, puesto que tras analizar de manera superficial la vida y rutina de sus compañeros de clase, de algunos otros estudiantes e incluso de sus amigos cercanos, se daba cuenta de que estaba muy lejos de tener alguna similar; los jóvenes que le rodeaban aprovechaban de ir a los traga monedas después de clase, otros asistían a karaokes o al cine, habían algunos que salían de compras e incluso conocía a los que tomaban de clases extras o asistían a academias externas para complementar sus horarios de arte. él por su parte prefería simplemente ir directo a casa, pasar la tarde dibujando o pintando, pocas veces se animaba a acompañar a sus amistades a alguna actividad después de clases y estaba seguro de que habían dejado de invitarle a participar de ellas luego de tantas negativas de su parte.

Won Woo quien era el más cercano de sus amigos muchas veces le dijo que no era algo de lo que debía preocuparse, que todos eran diferente y cada quien tenía su manera de pasar su tiempo libre, aún así mientras el pintor caminaba de regreso a casa esa tarde no dudó en pensar que tal vez su rutina diaria era la causante de sus sueños, que la imagen de aquel chico era una representación de el mismo advirtiendo que su vida únicamente se estaba maquinando en un encierro. 

Su habitación le recibió tal y como la había dejado al irse a sus clases del día,  la cama estaba tendida y podía notarse sobre la colcha las arrugas que habían permanecido por dormir sobre ella, de forma automática caminó hacia ella y se recostó sobre el mismo lugar en el que había estado el día anterior, ¿debía buscar tener un sueño con aquel chico? ¿debería simplemente esperar que el sueño lo venciera? La verdad es que no estaba seguro de nada, no había certeza de que si se dormía soñaría con él, puede que estuviera apareciendo en sus sueños, pero nunca buscaba que eso ocurriera, si buscaba dormirse para encontrarlo, podría únicamente ser un fracaso. 

De una manera brusca tomó asiento en su cama, su diestra dio a parar a su cabello y le despeinó de una manera salvaje, casi desesperada; ¿cómo era posible que se estuviera atormentando de tal manera al pensar en un chico que posiblemente no fuera más que un inventó de su mente? 

En medio de todo el caos que estaba desarrollando en su mente, se puso de pie nuevamente y caminó hasta donde había dejado su mochila, de ella comenzó a sacar cada uno de sus cuadernos y blocks de dibujo, alguien podría llamarle loco por tal cantidad de artículos de arte, pero en ellos mantenía su propio orden, cuando comenzó a buscar entre los que había sacado aquel en que dibuja cosas a color la desesperación lo golpeo una vez más al no encontrarlo en aquel montón; estaba seguro de que lo había puesto en su mochila hace unos días, pero eso no permitió que no se pusiera a buscar en cada mueble y en cada bolso que tenía por si lo encontraba. 

Cualquiera que le viera en ese instante estaría pensando que estaba fuera de sus cabales únicamente por la desesperación que emanaba de si mismo al buscar aquel cuaderno, sobre todo al fijarse en el gran desastre que estaba dejando al paso de aquella intensa búsqueda, pasó cerca de una hora antes de que se diera por vencido, por su mente intentaba encontrar algún recuerdo sobre lo que había hecho con el block antes de esta perdida, pero solo podía estar consciente de que estaba en su mochila y no había sido sacada de esta en toda la jornada escolar.   

Por unos instantes consideró como buena idea llamar a sus amigos para interrogarles al respecto para ver la posibilidad de que alguno de ellos supiera sobre el paradero de su tesoro perdido, pero lo descartó, porque sabía que sus amigos pocas veces tomaban atención cuando el dibujaba si no se trataba directamente de buscar algo con lo que molestarlo por un rato. 

El miedo comenzó a recorrer su mente, y es que estaba completamente preocupado que aquella perdida tal vez trataba de darle algún tipo de mensaje, posiblemente que algo pudo ocurrirle al chico de sus sueños, también que alguien más había descubierto lo que había estado pasando y tomó aquel cuaderno para chantajearlo, incluso tal vez el destino le estaba tratando de decir que ya no volvería a tener sueños con aquel hermoso chico que había estado apareciendo en sus momentos de inconsciencia; cada idea era completamente más loca que la otra, pero el desespero que mantenía el chino le hacía creer que eran completamente factibles, y por muchas cosas que llegaran a pasar por su mente, la que más le había asustado hasta el momento, era la idea de no volver a soñar con aquel muchacho.