Prologo Parte 1

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Hermoso.

Esa era casi la palabra correcta para describir a Valencia.

Era gigante, imponente y elegante, pero nunca del todo bella.

Un reino bello no podía ser más que equitativo, digno y respetuoso hacía sus súbditos.

Valencia siempre estaba limpia, cuidada y hasta se podía decir que digna de la portada de una revista. Pero Valencia era un lugar cruel, triste y lleno de prejuicios que no causaban más que injusticias para la población sin voz.

Namjoon lo sabía mejor que nadie.

Como primer y único hijo del rey, él era el heredero al trono. Creció con clases de política, sociología, economía, espada, idiomas, entre varias otras disciplinas dignas de un sabio mandatario. Su aspecto no era otro, más que un atractivo caballero de bellos ojos, labios gruesos y una altura imponente sin olvidar sus bonitos hoyuelos.

Sin embargo, al cumplir los 18 su padre se preocupo de que su hijo no se hubiera presentado su segundo genero aún.

La familia real solía presentarse algo tarde pero no más de los 16 y nunca con otro estatus que no fuera el de alfa; por lo que, preocupado, su padre planeaba llevarlo con un sabio para asegurarse de que su hijo no fuera un simple beta. Desgraciadamente pocas horas antes de salir uno de los sirvientes le aviso en susurros discretos que su hijo acababa de presentarse.

El rey emocionado corrió hacía la habitación de su hijo para felicitarlo por finalmente volverse todo un alfa, pero pocos metros antes de llegar a la puerta, un fuerte aroma a menta y dulces fresas llego a su nariz.

El aroma lentamente se intensificaba hasta el punto en el que no quedaba la menor duda. El heredero al trono era un omega.

Sorprendido y decepcionado, el rey inmediatamente mando a algunas mucamas a asistir a su hijo mientras que desalojaba a cualquier alfa y beta del ala donde se encontraba la habitación del príncipe.

En los días siguientes se aseguro de acomodar la vida del príncipe de manera en la que no corriera ningún riesgo por su estatus mientras buscaba una solución a quien heredaría el trono, ya que según la tradición únicamente los alfas podían llevar tal cargo.

Y mientras, el príncipe en silencio y soledad lidiaba con el dolor, la angustia y la decepción en su habitación, cuestionándose el porque tuvo que nacer así.


Cuatro días después de que el príncipe se presentara, su celo paso y pudo salir nuevamente de su habitación. Con la cabeza gacha fue vestido en nuevas prendas que únicamente los omegas reales podían llevar. Además, un vergonzoso collar decoraba su largo cuello para prevenir que cualquiera se aprovechara de él.

Tuvo que soportar en silencio mientras que su padre anunciaba a su pueblo que el reino había sido bendecido con un omega en la familia real y que, para reforzar las relaciones entre reinos, el príncipe contraería matrimonio con el segundo príncipe de Gandela.

Namjoon sabía que nadie se creía lo de bendición y que el pueblo en su mayoría se encontraba desilusionado y enojado ante su estatus.

Él se sentía igual.


Conforme pasaron los días Namjoon se tuvo que acostumbrar a las etiquetas de un omega.

No más combate, no más conocimiento sobre estrategia o política, no más libertad. Ya no era una persona, ahora era un objeto bonito que debía permanecer hermoso y sereno para evitar avergonzar a su futuro alfa.

Sus clases ahora incluían desde costura hasta cocina. Danza y música clásica. Namjoon lo detestaba todo, sentía que no hacía más que fallar como omega.

Su cuerpo no era el de un lindo y sumiso omega, no tenía ni una pisca de gracia, era torpe y tenía dificultad para mantenerse quieto.

Lo único que lo delataba como omega era aquel dulce y exquisito aroma que lo seguía a donde quiera que fuera. Y no podía hacer nada para cambiarlo, era un omega y siempre lo sería.


El día en el que conoció a su prometido no sintió ninguna chispa ni mariposa en su estómago.

Sehun no era un alfa horrible ni nada por el estilo. Era muy agradable y siempre lo trataba con respeto. No pedía que lo asistiera a la hora de vestirse (Namjoon agradecía a los dioses por eso) ni para comer, tampoco lo regañaba por hablarle mientras hacían contacto visual o por cometer tantos errores a la hora de seguir la etiqueta.

Lo trataba más que nada como a un amigo, como a un igual. Esto confundía a Namjoon enormemente ya que, desde pequeño lo habían criado con la creencia de que los omegas eran lo más valioso de un alfa por su capacidad de darles crías por lo que debían ser protegidos y estos, a cambio, debían de agradecer a sus alfas con un comportamiento sumiso y dócil.

Nunca le había parecido que hubiera algo malo con esto hasta que le llego su primer celo y se puso a cuestionar ¿Qué culpa tenía él?

Además, el siempre había sido muy bueno para combatir, además de que era muy listo y fuerte a pesar de ser un omega.

¿Y si todos lo omegas eran así? ¿Y si solo se comportaban tan sumisamente porque el resto de la población los forzaba a esos moldes? ¿Y si él, como omega, fuera rey?

Nada había cambiado desde su celo además de su capacidad reproductora. Seguía siendo el mismo hombre inteligente y fuerte.

Y no había persona que amara más a su pueblo más que él (bueno, quizás le estaba empezando a disgustar el sistema social, pero eso podía cambiar)


El día en el que se dispuso a compartir sus nuevas ideas con su padre inmediatamente recibió una cachetada en su bello rostro.

Su padre se justifico diciendo que lo educaba porque lo amaba y aquellas ideas no harían más que meterlo en problemas. Con la mirada gacha, el príncipe tuvo que contener las lagrimas mientras su padre le regañaba y explicaba el porque lo más a lo que él podría aspirar sería ser un buen padre para sus cachorros.

Al final de tan humillante discurso su padre llamo a Sehun y le exigió que la fecha de la boda se adelantara y tan pronto llegara el siguiente celo al príncipe, lo marcara.

Namjoon quiso protestar, pero la voz de alfa de su padre lo detuvo, ya que siendo su cachorro no podía negarse.

Esa noche Sehun se disculpo por lo que próximamente tendría que hacer y si los ojos de Namjoon no lo engañaban, el segundo príncipe de Gandela se veía destrozado, si no es que desesperado.

Namjoon lloro hasta dormir mientras veía a la luna, suplicándole que todo aquello fuera una pesadilla, pero después sacudió la cabeza para borrar ese pensamiento. No quería que todo fuera una pesadilla, ahora se daba cuenta de que lo que estaba mal no era su estatus si no la forma de pensar de todo el reino. Aquello era lo que estaba verdaderamente mal. Entonces, Namjoon cambio su deseo hacía la luna y le suplico que por favor le diera la oportunidad de cambiar al reino, de volverlo más hermoso.

Y la única manera de volver más hermoso al reino de Valencia era con la sonrisa de todos sus habitantes, en especial la bonita sonrisa del príncipe Namjoon.



Pues aquí esta la primera parte de la historia de mi bebé Nam <3

Lo empareje al principio con Sehun porque estaba guapo y pues yolo (?

Si no era él, era Jackson pero a mi Wang puppy me lo guardo para después, jijiji

Weno, bye xd

Fresas y Menta {ROYAL OMEGAVERSE JINNAM}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora