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En la mañana despierto y veo que el Sr. Min se ha ido. Como también el Sr. Rosa. Me imagino que lo ha tomado como recuerdo y no me importa. En realidad, parece un poco dulce.

Probablemente quería algo que le recordara nuestro encuentro.

Eso o quería usarlo en sí mismo.

Río.

No. El Sr. Min es demasiado macho para hacer algo como eso.

Más tarde, mis padres me llevaron a Rhode Island y soy dirigida al mundo real, viviéndolo por mi cuenta por primera vez.

Y no puedo esperar.

Cuando llego a la escuela me entero que tengo una compañera de cuarto que le encanta el sexo, adora la experiencia… y lo hacemos… juntas. No me toma mucho darme cuenta que la vida universitaria es divertida. Trabajo duro y juego duro.

No salgo en citas. Odio tener novios, porque siempre se ponen celosos y machos cuando coqueteo con otros hombres.

Lamo mis labios, rezando porque ella tenga razón.

— Eso espero. —

Dos meses pasan y hago lo mejor que puedo para sacarlo de mi mente.

Pero más tarde finalmente escucho sobre el Sr. Min.

En realidad, él simplemente apareció en el campus. Estoy hablando con mis amigos después de clases cuando levanto la mirada y veo a un hombre con camisa blanca y vaqueros descoloridos subido en un sedán genérico. Lo miro fijamente, mi corazón latiendo rápidamente. Min Yoongi. En carne y hueso. Aquí.

No pienso, simplemente corro hacia él y salto hacia sus brazos, lo beso antes de que pueda decir algo. No me importa si alguien está viendo. O si él me dobla la edad. No se ve lo suficientemente viejo para ser mi papá… quizás es su entrenamiento militar que lo mantiene luciendo en forma y joven.

— Te extrañé — confieso — Realmente lo hice. —

— También te extrañé — Mira alrededor— ¿Hay algún lugar donde podamos hablar? —

— ¿Te estás quedando en un hotel? —

— Holiday Inn —

Lamo mis labios, doliendo por probarlo de nuevo.

— Vamos allí. —

Manejamos a su hotel y subimos a su habitación. Apenas cierra la puerta antes de que salte sobre él. ¿Qué puedo decir? Realmente lo extrañé. Nos desvestimos uno al otro, tirando la ropa. Estoy en la cama cuando me abandona para hurgar en su bolso, sacando algo y sosteniendo en alto en triunfo.

Es el Sr. Rosa envuelto en plástico.

— Robaste al Sr. Rosa — Río.

— Quería recordar tu olor. Tu sabor — Se sube a la cama a mi lado y se estira para acariciar mi cabello — No sé si quieres escucharlo, pero he estado pensando en ti todo el tiempo. —

— Infiernos, yo pienso en ti todo el tiempo — Sonrío.

— De ninguna manera. —

— Honor de scout — Pongo dos dedos juntos y toco mi frente.

Su mirada permanece fija en mí.

— Lis, no quiero entrometerme en tu vida personal, pero me preguntaba si podíamos seguir viéndonos de vez en cuando. —

Sonrío. Me gusta a donde va esto.

— ¿Cómo novio y novia? —

— Tu papá me matará si… —

Lo beso para callarlo.

— Él no tiene que saberlo. Mi familia no tiene que saber lo que estamos haciendo. Somos adultos. Es nuestro propio asunto si nos estamos viendo. Sería nuestro pequeño secreto. —

El Sr. Min asiente y se une a mi sonrisa.

— Sería nuestro pequeño secreto. Y recuerdelo Señor Min... lo quiero —

Fin.

The Little NaughtyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora