Mi rostro está ardiendo. Tres años transcurrieron desde que escribí eso, y sin embargo, puedo afirmar que recuerdo la sensación que me provocaste. En cambio tú, tú seguramente lo olvidaste, pero la sola idea de que vayas a leer eso me hace sentir avergonzado.
Y me gusta. Me gusta este sentimiento que me hace desear esconderme. Es una adrenalina sana, quiero suponer. Así que, ya que estamos, voy a confesarte algo: lo que sucedió cuando enfermaste y yo cuidé de ti.
Cuando partiste en tu viaje, el templo quedó bajo mi cargo. Pese a que durante semanas lideré bastante bien y no hubo problemas, tu ausencia me mataba. Ni siquiera entrenando te podía sacar de mi mente, no obstante, en cuanto menos lo esperé, tú regresaste. Firme, serio y muy, muy frío.
“Hiciste un buen trabajo, Kayn... pero ahora necesito descansar, continúa con tus actividades” pediste en un suspiro, y antes de que yo obedeciera caíste rendido al suelo. Fue una suerte que estuviéramos en tu habitación, ¿no?
Me preocupaste, por no decir que asustaste. Hubiera preferido que me confesaras lo mal que te sentías... en todo caso, te ayudé a que te acostaras. “Llamaré a una curandera” avisé alejándome, y me detuviste. Negaste sosteniendo mi muñeca y entendí al instante que no deseabas ser visto así. “Entonces te cuidaré yo.”
Sería descarado mentirte y decir que nada pasó, así que sí, Zed; esa noche algo ocurrió.
No me aproveché de ti, si es lo que estás pensando, pero sí confieso que me emocioné cuando te despojé de tus armaduras lentamente. Bajo aquel metal, escondías tu pálida piel. Tu pálida, suave y cicatrizada piel. Finalmente seguí con el yelmo. No detuviste mis manos, así que supuse que aquello era una señal de aprobación.
Y te vi.
Y me perdí.
Tu cabello era igual de blanco que la nieve, tus pestañas tan largas... aquella delicada nariz y el rubor que adornaban tus mejillas (producto de la fiebre) lograron darme un vuelco en el corazón. No te imaginé así en lo absoluto. ¿Acaso me mentiste cuando afirmaste doblegarme en edad?
Morí por ver tus ojos carmesí chocar con los míos, mas recordé la situación y caí en la realidad; rápidamente te tapé con las mantas y fui en busca de agua.
Pero lo dejo hasta aquí, me estoy quedando sin tinta.
![](https://img.wattpad.com/cover/163960853-288-k206159.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Dear Zed 「Zed x Kayn」
FanfictionCartas que jamás fueron entregadas, pero sí descubiertas. -♡ Fanfic de ZedxKayn. -♡ Los personajes de esta fanfic NO me pertenecen, son propiedad de Riot Games. Le dedico esta FF a mi amiga YiVhopeLove. ¡Sos un encanto de persona! ❤