-Narras tu-
Era sábado y entraría a trabajar en la tarde, por lo menos puedo tomar
un respiro después del desfile, hoy tengo que ver cómo me fue con las ventas, eran las 11, me levante, me fui al baño, me bañe, me vestí y amarre mi pelo en una coleta. Salí viendo mi IPod manejando todo desde ahí. Marta me preparo un café con unas galletas y desayune viendo una revista donde salía maravillas de mi desfile, también lo nerviosa que estaba, reí.
*Tocan el timbre Marta fue abrir y era Zayn*
-Hola princesa.
-No me llames así
-¿Donde esta Jason? —no le presto atención a lo que dije.
-Durmiendo.
-Ah, bueno traje algunas cosas. —dejo unas bolsas en la mesa.
-No necesitamos nada, ni menos tuyo, gracias. —trate de ser lo más cortante que pude.
-¿De nada?
-¿Le sirvo algo señor?
-Sí, un café por.....—lo interrumpí.
-Él no quiere nada Marta.
-Pero yo quería un ca....—interrumpí de nuevo
-NADA.
-Me gusta que seas así. —lo mire molesta y seguí trabajando en mi iPod.
*Se abre la puerta y entra Jason*
-¿Zayn?
-Hola campeón. —lo saluda.
-No te esperaba aquí. —dijo feliz
-Ni yo tampoco. —dije bajo pero Zayn me alcanzo a escuchar.
-Vengo a pasar la tarde contigo.
-¿A dónde iremos?
-A ninguna parte, tu estas castigado. —hizo una mueca— Yo me iré a trabajar, nos vemos cariño. —bese la cabeza de Jason.
-Adiós. —dice Zayn para molestarme.
-No te lo decía a ti. —lo mire molesta y el soltó una carcajada—Marta tienes la tarde libre.
-Gracias señora. —tomé las llaves del auto y salí del pent-house.
-Narra Zayn-
-Disculpa a mi mamá Zayn, está un poco estresada pero le pediré que se tome unas vacaciones.
-No te preocupes...
La tarde se pasó increíble, jugamos exbox, también basquetbol en su habitación y cuando nos dio hambre a eso de las 3 de la tarde pedimos pizza.
-Zayn, tú dices que mi papá todavía ama a mi mamá ¿cierto?
-Sí. —dije seguro.
-¿Puedes guardar un secreto?
-Claro
-Mi mamá no ama a Cristofer. —casi escupo la soda que había bebido.
-¿QUE? ¿Cómo sabes eso?
-Me lo dijo el otro día, cuando le pregunte sobre mi papá, me dijo que se parecía mucho a mí y que era el hombre más bueno del mundo. —¿ella habla eso de mí? es perfecta.
-¿Y que más te dijo?
-Le pregunte si ella lo seguía amando y me dijo que sí, como hace 12 años atrás.
No lo podía creer, mi corazón se detuvo, ¡ELLA ME SEGUÍA AMANDO! una cosa más para seguir luchando.
