Smile For Me ~TaeKook

Seis

-Ah... -dijo Namjoon suspirando, dejando salir todo el aire retenido de sus pulmones.- Estoy nervioso... -rió tímidamente, mostrando así unos gigantes hoyuelos en sus mejillas.- Es... es la primera vez que voy a verla bailar.

Yoongi, sentado en medio de su hermano y su mejor amigo, rascó su nuca.

-¿Cuánto tiempo llevábais juntos? -preguntó.

-Pronto haremos seis meses.

Tan pronto como respondió, escucharon a más gente llegando y colocándose detrás. El auditorio a penas tenía ya asientos libres.

Jungkook miró la hora en su móvil: las 7:58pm. No quiso admitirlo, pero él también estaba emocionado de ver una actuación de baile. No mucha gente sabía del talento del castaño para el arte de la danza, que siempre había amado. Cuando era pequeño, iba feliz a sus clases de baile. Su madre lo esperaba con una amplia sonrisa en la puerta de la academia para volver a casa juntos. Ella siempre fue a todas sus actuaciones y halagaba el talento de su adorado niño. Pero todo eso cambió cuando Jungkook se quedó al único cuidado de su padre. "¿Bailar? Eso es de chicas, Jungkook. No pienso pagarte una sola clase más en algo que me avergüenza." decía el hombre. Y aquello fue la causa de que el chico dejara el baile de lado, muy a su pesar.

Cuando abandonó a su padre, se planteó regresar a una academia de baile y regresar a la paz que le transmitía el moverse al son de la música. Pero en cuanto se dio cuenta de que aquello implicaba relacionarse con más gente y comprometerse a un grupo entero de personas con una organización y determinación, deshechó la idea. Jungkook era demasiado feliz solo, o en la única compañía de Yoongi o Lourdes; unas cuantas personas con las que simplemente podía soportar su presencia, y ya está. Ahí se acababa la zona de comfort del joven.

Por lo tanto, una actuación de baile aquella tarde junto a Yoongi y Namjoon no sonaba tan mal en verdad.

🌱🌱🌱

-¡Auch! -murmuró Taehyung.

-¿¡Qué!? -gritó en susurro Seokjin, girándose hacia el menor.

-¡Me has pisado!

-No creo que esto sea buena idea, Tae. -habló el pelirosa mientras se sentaban en una fila detrás de la que tenían asignada, justo detrás de aquellas tres caras conocidas pero que por suerte no les habían llegado a ver.- Estas butacas no son nuestras.

-Solo falta un minuto para que empiece la actuación, hyung. Si no las han ocupado ya significa que no las van a ocupar.

Así que los amigos se sentaron en aquellas butacas, esperando sólidamente que nadie fuera a reclamarlas. Taehyung tragó saliva mirando la cabeza de Jungkook, justo delante de él. A su lado, el chico de pelo blanco que tantó le intimidó aquel día en casa del castaño, hablaba con el otro chico que Seokjin había reconocido como el novio de Jennie.

¿Qué era aquello? ¿Una cámara oculta? ¿De qué carajos se conocían esos tres?

-Oye... ¿ese no es el fotógr-

-Sí. -interrumpió el azabache al mayor, que se había inclinado hasta su oreja para susurrarle.- Es mi vecino, por cierto.

Seokjin adquirió entonces una cara de desconcierto similar a la de Taehyung. Las luces por fin se apagaron, dando la señal a todo el público de que la actuación estaba empezando. La profesora directora de la academia apareció en el escenario iluminada en todo momento por un foco, provocando los aplausos de todos los presentes.

Y justo cuando Taehyung y Seokjin iban a suspirar aliviados por haber encontrado la oportunidad de sentarse detrás de las personas de las que huían, un hombre tocó el hombo del mayor.