Querido lector:
El se dio cuenta que el frio me estaba matando y se sentó a mi lado en el sillón de dos plazas en el que me encontraba y me abrazo, ¡ME ABRAZO!, lo que resto de la tarde nos mantuvimos abrazados viendo las películas.
Esa tarde después de que el se acerco a abrazarme fui la niña más feliz del mundo, estaba abrazando a la persona que me gustaba y aparte el me estaba devolviendo el abrazo y haciéndome cariñitos en el brazo, ese fue el momento exacto donde se marco un antes y un después en mi vida.
Ese día me di cuenta que me estaba enamorando de el y ni siquiera manteníamos una relación amistosa, no me di cuenta de lo peligroso que es entregar tu corazón a alguien a quien no conoces lo suficientemente bien como para confiar en el al estar en el filo de un barranco, nuevamente me equivoqué.
No debí entregarle mi corazón a el ni a nadie más, después de el aprendí que el corazón no se debe entregar al 100% de una, se entrega gradualmente a las situaciones y al interés que muestran las demás personas.
Hubiera deseado que alguien me explicara esto antes de entregarle el 100% de mi corazón nada más porque por un momento me hizo sentir diferente a todas las demás, me hizo sentir como nadie más lo había hecho en mis cortos 16 años de vida.
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Atte. Quien no te olvida
Historia CortaY a pesar de todo no puedo serte indiferente...