Estaba molesto, era verdad, Kuroo nunca antes se había sentido tan furioso en toda su corta vida, lo peor era con quien se encontraba tan enfadado. Oikawa Tooru nunca le había resultado tan molesto, nunca antes había deseado con tantas fuerzas callarlo.
─Puedo conseguirte los condones si ya gastaron todos─ continuaba mientras caminaban en dirección a la biblioteca luego de una larga tarde en una de las clases más aburridas que Kuroo debía cursar─. Creo que tengo unos cuantos en mi habitación.
─No los necesito.
─Deben de protegerse, cuida un poco más a tu novio, Kenma se merece lo mejor.
─¡Kenma no es mi novio, gran idiota, ya te lo dije!
Frenando la marcha junto a una de las paredes de la biblioteca, Oikawa se dedica a observarlo con la expresión torcida. Kuroo quería evitar observarlo por mucho tiempo, sabía que si continuaba así cedería en la discusión solo para poder ver a Oikawa sonreír.
Dios, era imposible que después de todas las idioteces que soltaba el chico continuase enamorado de él.
─Bokuto y yo los encontramos a punto de hacerlo, no seas un mentiroso.
Apenas conteniéndose, Kuroo toma a Oikawa por los hombros para dirigirlo contra la pared más cercana, los ojos felinos clavándose sobre los sorprendidos del chico. Tal vez no era el mejor momento de todos para confesarse, ni la conversación más apta para hacerlo, pero Kuroo deseaba cortar de raíz todos esos rumores.
─Yo ya estoy enamorado de alguien más.
Sus rostros demasiado cerca uno del otro, Kuroo estaba preparándose para su siguiente línea al momento en que escucha a alguien gritar a sus espaldas, separándose de Oikawa a una velocidad cegadora para girarse.
Hinata había soltado un grito de sorpresa mientras que a su lado Kenma parecía inmóvil, los ojos abiertos de par en par mientras analizaban la escena. Solo necesitaron verse un par de segundos para transmitir lo que no podían decir en voz alta.
─¿Lo besaste?
─No.
Kenma, negando con la cabeza por la decepción de otro intento fallido por parte de su mejor amigo, simplemente llevó su mano a golpearse la frente.
─¡No es lo que estás pensando, Ken-chan!─ se presura a hablar Oikawa, acercándose a zancadas hasta el pequeño chico─. Kuroo solo estaba regañándome, no hay nada de lo que debas sentirte celoso.
Kuroo no sabía si quería reírse o gritar de frustración.
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¿𝑸𝒖𝒊𝒆́𝒏 𝑫𝒊𝒋𝒐 𝑬𝒔𝒐? •𝑲𝒖𝒓𝒐𝑲𝒆𝒏•
FanfictionLos chicos universitarios tienen bastantes problemas en su vida cotidiana, si no creen que eso es verdad pueden preguntarle a Kuroo y Kenma, mejores amigos desde la infancia que ahora deben afrontar los extraños rumores acerca de ellos que rondan po...