-Era una tarde clásica de primavera donde la brisa fresca besa tus labios y con suavidad alborota tu cabello, el Sol un poco de vida te da y el canto de los pajarillos paz te regala. Aquel día, mi existencia gracias a ese pequeño animal cambio y un escaso momento de esperanza me dio.
-3 semanas antes-
Era como la mañana de cualquier día, me despertaba con la esperanza de que todo fuera un sueño y de mi cama me pudiera levantar, pero lo que yo no sabía es que por la tarde mi vida cambiaría y un extraño amigo se aparecería.
Horas después....
Me encontraba en mi cama recostado y sin ganas de sentarme para poder tener una mejor vista de aquel paisaje que observaba, al escuchar la risa de mis amigos al jugar, provocaba que lágrimas en mis ojos brotaran ya que yo quería estar ahí, hace tiempo que no lo hacía y no es por qué no quisiera sino que mi cuerpo me lo impedía.
Después de unos minutos un ave llegaba a mi ventana y en el borde de ella se quedaba, la belleza de este animal era impresionante, parte de su cabeza y pecho era rojo al igual que los pétalos de una rosa y todo lo demás era negro como la noche, era un ave pequeña, tierna y misteriosa.
Me quedé mirándolo todo el tiempo que estuvo ahí, al contemplar sus alas me hacía sentir libre, que podía caminar, que tenía fuerza, que viviría meses y no semanas. Al momento en que el día le daba paso a la noche el pajarillo me observó por unos segundos y se fue.
No comprendía lo que había pasado aquel día, no exactamente, pero sabía una cosa y no lo sentía desde hace un tiempo y, eso era tranquilidad.
A la mañana siguiente....
Despertaba, me frotaba los ojos y lo que veía no lo creía, era el pajarillo, me observaba fijamente y al mismo tiempo comenzaba a cantar. Alegría en mi cuerpo comenzaba a sentir y la esperanza de vida volvía a surgir.
El pasado comenzaba a nacer y el futuro a morir, la melodía del canto del pajarillo era mágica ya que lograba recordar lo que había sido mi vida, las risas, las lágrimas y los sentimientos regresaban de aquel descanso que inconscientemente les otorgué.
-Esa mañana se convirtió en días y después en semanas, la libertad que sentía tenía precio y ese costo era mi vida, pero me permitió volver a soñar, creer y sentir.
*último día*
Despierto y un extraño dolor en mi pecho comienzo a sentir, pero este desaparece al momento en el que mi vista se dirige a la ventana y logró observar al pajarillo, mis oídos lo escuchan y me uno a su canto mientras voy cerrando mis ojos que llenos de lágrimas están y una última risa en el cuarto se logra escuchar.
Mientras yo termino, el pajarillo comienza. Y mi alma, en libertad logra estar.
- Eduardo AL
YOU ARE READING
Sensaciones
AcakBuenos días, tardes o noches, querido lector. Aquí podrás encontrar pequeños textos, dónde tu imaginación será tu mejor compañía, también lograrás sentir cosas increíbles , tal vez puedan ser sensaciones nuevas para ti.