Vaya tarde la de ayer, nunca me habían ocurrido cosas tan "extremas", mi vida siempre había sido repetitiva y monótona, pero ayer, me sentí en un capítulo de la Rosa de Guadalupe, fue... extraño.Dejando de lado el hecho de que casi soy secuestrado, no puedo sacar de mi cabeza a aquel chico de las bellas pecas, fue tan mágico. Podría pedir que me secuestraran otra vez sólo para que me volviera a salvar (vaya estupidez mía). Mi cabeza está dando vueltas y vueltas justo ahora, caí perdidamente enamorado al ver directamente esas bellas esmeraldas... vaya, sueno como un tonto enamorado ahora, pero siento algo especial por ese chico, algo que hace que mi corazón vaya a más de mil latidos por segundo, algo que me está enloqueciendo y haciéndome pensar estupideces... pero no puedo evitarlo, Beth no saldrá de mi cerebro en un buen tiempo.
Y... recordé que tengo clases hoy. Entro rápidamente al baño y tomo una ducha mientras oigo mis canciones animadoras, después me seco, plancho mi uniforme, y me visto frente al espejo intentando hacer poses sexys (las cuales, para nada lo son, ¿a quién le excitaría un tablón?), tomo mi mochila y salgo apresurado a tomar el camión, se me había hecho media hora tarde pensando en el estúpidamente sensual pelinegro que salvó mi vida ayer.
En el camión, ahora más precavido que de costumbre, me pongo mis audífonos mientras veo a las demás personas en el interior del vagón; hay algunas chicas lindas ligando (sí, aunque sea gay tengo mis gustos sobre la belleza femenina), algunos chicos haciendo los deberes, ancianos en camino a sus clubs de bingo, algunos adultos yendo a sus trabajos, y otros que probablemente tienen compromisos familiares... todos ellos con una apariencia cansada de haberse levantado temprano y haber dormido una hora menos gracias al cambio de horario.
De repente, oigo el abrir de la puerta del vagón en la siguiente estación, donde sube un pequeño monto de personas, al cual no le doy mucha importancia, pero mis ojos salen de sus órbitas al ver entrar al hermoso chico de las pecas a el mismo vagón dónde estaba yo. Mi rostro automáticamente muestra un tono más rojo que el de el trasero de un mandril, el cual creo que fue percatado por mi amado ojiverde, ya que suelta una pequeña risa para después saludarme.
Beth: ¡Hola, Kim! Buenos días.
Kim: A-am, h-ho-¡hola!– digo luciendo completamente rojo, ¡¿por qué es tan difícil para mí socializar con un varón?!
Beth: Emm... ¿qué escuchas?–dice refiriéndose al audífono que llevaba en uno de los dos oídos, decidí dejar desde ahora un oído libre por si las dudas.
Kim: A-amm...– no sé por qué, pero siempre me ha dado un poco de vergüenza hablar sobre mis gustos en su mayoría asiáticos, me siento un completo único y diferente. – Es...–de repente la pantalla de mi teléfono se enciende mostrando la canción y hasta el nombre de la playlist que estaba escuchando (“MIS BABUSHCOS UwU”).
Beth: Oh... ¿te gusta 6EEZ? A mi hermana le fascina, creo que tú y ella se llevarían bien, jeje.– dice intentando olvidar el hecho de que tengo fotos realmente explícitas en cada una de las canciones (porque... sí).
Kim: Jejeje, m-me gustaría conocerla. ¿Estudia aquí?–pregunto tímido.
Beth: Nope, estudia en Kokoroné, consiguió una beca y ahora estudia en el extranjero. De hecho, justo ahora comenzó la entrega de becas de las grandes escuelas a los estudiantes destacados.– respondió el mayor.
Kim: Sí, mi hermana nos habló sobre eso, está esforzándose al máximo para poder conseguir la beca donde estudia tu hermana.– digo tomando más confianza al hablar con mi tierno Bethy.
Beth: Oh, ¿tienes una hermana?–pregunta el ojiverde.
Kim: Sip, su nombre es Kimura, es un año mayor que yo pero cursamos en el mismo grado, ya que cuando era pequeño sacaba notas bastante buenas, por lo que me salté 2° de primaria y ahora vamos igual, jeje.
Beth: Ohh, eso es genial. ¿Y ahora qué tal van tus notas?– me pregunta asombrado.
Kim: Emm... prefiero no... hablar de eso.– respondo obviamente haciéndole saber que mis notas han empeorado notablemente; nunca he reprobado, pero tampoco es que saque notas tan altas como para destacar, ahora sólo soy un chico común que se la pasa dibujando en todas las clases desperdiciando su vida como un completo inútil.
Beth: Jeje, descuida, a todos nos iba notablemente mejor en la primaria que de la secundaria en adelante. De todos modos, creo que debes sentirte orgulloso de haberte saltado ese año completo, ahorraste tiempo de tu vida.– responde en un tono cálido el pelinegro. ¡¿Cómo es que este chico puede llegar a controlar mi circulación y hacer que mi cara se ponga completamente roja?!
Kim: S-si, es uno de mis pocos logros, jejeje.–digo en un tono nervioso y un poco triste.
Beth: No digas eso... has logrado muchas cosas.– responde intentando subir mis ánimos.
Kim: ¿Eso crees? ¿Cómo cuales?–pregunto dudoso.
Beth: Pues...
¿Ser extremadamente tierno cuenta como un logro? ...Esas palabras fueron suficiente para terminar con todo lo que me quedaba de heterosexualidad (la cual probablemente nunca tuve). Si tan sólo me gustaba, ahora me siento... enamorado. Quedé completamente fascinado por la belleza que un hombre podía llegar a tener y las cosas tan enternecedoras y románticas que podían llegar a salir de sus bellos y suaves labios.
Empecé a tener todos esos síntomas de los tontos enamorados; manos sudorosas, un alboroto en el estómago, y sin olvidar el intenso color rojo de mis mejillas. Pude deducir, que el chico de las bellas pecas... me había enamorado por completo.
No sé qué hacer, ni que demonios pasa con mi cuerpo, ni mucho menos que pasará en estos próximos días con Beth, pero lo que si sé es que...
los momentos más bellos ocurren cuando menos te los esperas. ❤
ESTÁS LEYENDO
"La Vida Común de un Chico Común"
AléatoirePara Kim Nurukuma, la vida siempre había sido repetitiva, monótona y aburrida. La misma rutina, las mismas clases, las mis más personas; toda era igual a diario y esto estaba comenzando a hartarle. Pero sin previo aviso, empiezan a pasar experienci...