Epílogo

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Meses después...

Jos admiraba a su pequeña Ana y a Alonso jugándo con muñecas, se veían tan tiernos.

Dejó que jugaran un rato, él aprovecho para limpiar casi toda la casa, con todo y los cuartos de huéspedes. No sabía por qué quería que la casa estuviera limpia y todo estuviera perfectamente acomodado.

Cuando por fin término, se fue hacía su habitación. Se puso su pijama y se puso a leer un libro.

Visualizó a su esposo parado en el marco de la puerta, se veía un poco cansado, y estaba pálido.

Que tienes mi amor? - habló Jos desde la cama

No es nada, solo estoy un poco cansado, necesito dormir- dijo Alonso  se colocó a orcajadas sobre su regazo.

Jos lo tomó la cintura y juntaron sus frentes. Alon acercó sus labios a los del ojimiel y los unió en un beso lento.

El ojiazul comenzó a frotar su intimidad con la de su amado causando jadeos entre ambos, Jos quitó su playera y Alonso comenzó a acariciar su abdomen con delicadeza, el ambiente se hacía cada vez más caliente. Pronto se encontraban sin ninguna prenda, pero no estaban llendo rápido, solo disfrutaban de su momento, en donde ambos se demostraban aún más amor de que ya se demostraban.

No se suponía que estabas cansado? - río levemente Jos

Se suponía, pero para tí nunca estaré cansado- dijo Alonso en un gemido agudo al sentir como Jos se adentraba en el lentamente.

Se movían con lentitud, no tenían ninguna prisa.

El ojimiel admiraba la cara de placer y satisfacción de su bebe con suma excitación animandolo a ir un poco más rápido, ladeo un poco su cuello dejándolo libre para Alonso, el cual hizo marcas a su gusto.

Sus gemidos eran lo único que se escuchaba en la habitación.

Cambiaron de posición y ahora Jos estaba encima. Duraron mucho tiempo haciendo el amor, tocando cada centímetro de sus suaves pieles.

El orgasmo llegó y ambos soltaron un gemido bastante audible, pero lo bueno fue que no despertaron a Ana.

José se recostó a un lado de Alonso y este se recargo en su pecho aún muy agitado.

Diablos, olvide que no podías agitarte- dijo Jos acariciando la cabellera de su amado

No importa, no pasará nada, fue muy lindo volver a hacer el amor contigo, me siento amado de nuevo- habló Alonso

Jos no contestó y solo le dio un beso en los labios

Te amo - dijo Jos sinceramente

Te amo aún más mi amor- habló Alonso












































[•••]















Al día siguiente...

Jos se levantó un poco temprano, así que decidió ir a comprar cosas para prepararle su comida favorita a Alon para desayunar, pero antes llevó a Ana con su abuela Mariana.

Había preparado el desayuno muy rico, todo lo había Tratado de hacer bien y al parecer dió resultado.

Subió las escaleras y fue hacia su habitación.

Alonso estaba aún acostado, no hacía ningún movimiento.

Jos dejo la charola con el desayuno y fue a sentarse en la orilla de la cama junto a lado de Alonso, lo abrazo y beso su mejilla, pero se percató de que Alonso estaba frío.

Mi amor, despierta, te hice el desayuno- dijo Jos acariciando su mejilla

No obtuvo respuesta.

Oh vamos, no seas flojo, despierta- dijo riendo un poco

Tampoco hubo respuesta.

Asustado, lo movió un poco brusco y no despertó.

El día que no quería vivir, llegó.

Revisó su pulso esperanzado y no, Alonso ya se había ido, ya no respiraba, no tenía pulso.

Lo abrazo fuertemente y comenzó a llorar mientras miraba a Alonso

Mi amor, por favor despierta, esto no puede ser real, si vas a despertar! - grito tratando de que Alonso despertara

Su corazón estaba hecho trizas, Alonso ya se había ido. Y todo era su culpa.



























Jos estaba sentado en su cama, con la mirada pérdida, acababa de llegar del funeral de Alonso.

Sus ojos estaban hinchados y rojizos por el llanto. Había perdido al amor de su vida, y es que se sentía tan culpable de haber hecho todo lo que le hizo daño a Alonso.

Se arrepentía de haber estado con Rebeca, quería regresar el tiempo y estar con Alonso todo lo que se pudiera. Pero ya no se podía, era muy tarde, no había vuelta atrás.

Sus pensamientos se esfumaron al ver entrar a Ana y correr abrazarlo.

Papi, mi papi Alon a donde fue? - habló con inocencia

Se fue al cielo- habló Jos

Y cuando va a regresar?, me había prometido que haríamos pastel de chocolate - habló Ana y a Jos se le partió aún más el corazón

No regresará, él ya no regresará, se fue para siempre, pero va a cuidarte desde el cielo- dijo Jos y a Ana se le llenaron los ojos de lágrimas

Lo voy a extrañar mucho, es el mejor papá del mundo- habló Ana y eso bastó para que ambos comenzarán a llorar mientras se abrazaban.

Ahora sólo quedaban ellos dos, solos, con muchas cosas por vivir, y Alonso los estaría acompañando desde arriba.

Cuando estaban tranquilos,  Ana se fue a su habitación y se encerró.

Jos se recostó en la cama y vió un sobre blanco en el mueble de a lado.

Lo tomó y lo abrió, desdoblo la hoja que se encontraba adentro y comenzó a leerla.

Hola, supongo que eres tú mi amor,  sólo quería decirte que te amo, a pesar de que me fueras infiel tantas veces, pero claro, la última claro que dolió mucho más.

Te amo a pesar de todos tus errores y de tus defectos, eres el mejor esposo del mundo.

Esta carta la estoy haciendo para hacerte saber que algún día ya no podré estar a tu lado, y tendrás que cuidar de Ana, mi corazoncito no está funcionando bien, pero no te preocupes, tal vez cuando estés leyendo ésto, yo te estaré viendo desde el cielo.

Tienes que cuidar de Ana, por favor cuidala muy bien.

Te amo, te amo, te amo muchísimo.

No estés triste por mi culpa, no llores, sabes que no me gusta que llores, puedes superarme y vivir feliz.

Con muchísimo amor.... Alonso

Dobló la hoja de nuevo y suspiro bajando la mirada.

Vaya que haber sido infiel , lo estaba pagando muy caro.

Infiel [J.V]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora