Alguien lloraba nervioso en la obscuridad y de pronto todo pareció aclararse, Daisy estaba de espaldas a una pared, semidesnuda y llorando.
Un vaso de cristal con licor se estrello justo a lado de la cabeza de ella, por lo que ahogo un grito con sus manos, estaba temblando, estaba asustada.
-¿Creés que puedes dejarme en ridículo solo por que tu tienes un máster y yo no? - grito con brusquedad una voz masculina cuyo propietario no se veía.
- Esta era mi noche Daisy, mi noche. Pero claro, tenias que dejarme en ridículo , te gusta hacer que la gente se ría de mi -.
Otro vaso con licor se estrello contra la pared solo a unos cuantos centimetros de Daisy, quien se giro a la izquierda para evitar los fragmentos de cristal producto del impacto.
- Por favor - suplico Daisy - No volverá a pasar, te lo juró.
- Claro que no volverá a pasar, querida mía, por que la próxima vez que abras la boca sin mi consentimiento, vas a conocer quien soy yo- grito la voz antes de desaparecer en la obscuridad.
***
Eran las diez de la mañana cuando cuando desperté, y no hubiera despertado de no ser por que tenia a todos mis gatos encima de mi, maullando.
A pesar de haber tomado Red Bull me quede completamente dormida cuando empezaba a iluminarse el día.
Me incorporé en el sofá y comencé a alejar a todos los gatos dando manotazos al aire, mi cabeza comenzó a dar vueltas y !zaz¡, recordé lo sucedido en la madrugada.
Me levante con brusquedad del sillón para descubrir que a mis pies tenia a un tal Charles Lewis tirado en el suelo con una intravenosa.
-Mierda - solté al aire.
Me arrodille para comprobar su estado, parecía dormido pero cuando me acerque mas no podía percibir su respiración.
Estaba muerto.
El pánico se hizo presente para invadir mi cuerpo, me lleve las manos a la cabeza alterada.
-Cielos, ¿Que voy a hacer?, esta muerto - sentí como iba a romper en llanto y mi voz se entre corto - Iré a la cárcel, sabia que esto era una mala idea, si tan solo hubiera llamado a emergencias nada de esto hubiera pasado.
Me aleje del chico rápidamente y corrí hasta la cocina a tal punto que casi me caigo de la desesperación, necesitaba un trago antes de que me diera un ataque de histeria.
Cuando llegue comencé a abrir todas las puertas de la cocina, refrigerador, alacena, tratando de recordar donde tenia mi reserva de licor melancólico.
Finalmente encontré las botellas bajo el fregadero de trastes y no me lo pensé mucho tome el que parecía mas fuerte y me aproxime a la isla.
Mis manos estaban temblorosas lo que causo que el licor terminara en su mayoría derramado y solo una pequeña cantidad en vaso.
Me lleve el poco contenido a la boca y por fin tuve una idea al sentir el calor quemando mi garganta.- Lo voy a sepultar en el jardín - era una idea grandiosa - Nadie sospechara nada, yo nunca salgo de casa y el único que podría decir algo es Jonh. Pero yo se que el no dirá nada, esta a punto de ser padre y además todo este maldito infierno fue su idea -.
Me tome unos momentos para pensar, lo tenia todo planeado en mi cabeza, primero lo envolvería en las mantas sobre las que estaba recostado, luego lo arrastraría al jardín, cavaría un hoyo y lo metería dentro. Finalmente todo quedaría como una horrible pesadilla.
Estaba lista, me dirigí a la sala, me arrodille junto a Charles, le retire la intravenosa y comencé a envolverlo con las mantas, pero cuando estaba por cubrir su cabeza soltó un gemido de dolor.
- Oh - suspire llena de alivió - Estas vivo -.
Cuando termine por tranquilizar me desenvolví con cuidado su cuerpo de las mantas y coloque la intravenosa otra vez.
Debo admitir que se veía menos del asco que en la madrugada, pero aun así lucía horrible y no olía precisamente a rosas. Estaba vestido con unas ropas blancas holgadas con un diseño similar a el de los guardias de seguridad de los hospitales psiquiátricos, harapientas y sucias, su rostro tenia pequeños arañazos ( creo que esos se los provocaron mis gatos mientras yo dormía) y los dedos de sus manos estaban enrojecidos.
Mire sus labios, que tenían un ligero color morado y además estaban secos y maltratados.
- Cielos, desnutrido y deshidratado, que ofertón - me sorprendía que estuviera aun con vida.
Le ayude a sentarse a los pies del sillón, su cuerpo estaba tan rígido que sentía que lo rompía.
Mi primera idea para combatir su deshidratación fue darle agua de un vaso como a la gente normal, pero después de forcejear un rato con el para hacerle beber, termino por escupir me.
Casi le suelto un golpe por ello, pero me lo pensé, después de todo el solo trataba de defenderse así que me resigne a tener la ropa mojada.
La segunda idea, parecía mas razonable dadas las circunstancias así que llene un jeringa sin aguja con agua y nuevamente me ví involucrada en una rutina de forcejeó para conseguir mis objetivos, cuando se rindió introduje la jeringa en una de las comisuras de sus labios, pero como era de esperarse me escupió.
Decidí repetir el procedimiento, pero esta vez antes de que pudiera escupir me cubrí su boca con mi mano.
— Hey, tranquilo — me miro a los ojos, completamente asustado — No intento hacerte daño, solo quiero ayudarte. Si no pasas lo que tienes en tu boca, morirás y yo iré a la cárcel, yo no quiero ir a prisión y tu no quieres morir, así que coopera —.
Asintió con la cabeza y paso el agua.
Hice lo mismo varias veces y al principio siguió dándome pelea pero después de la tercera jeringa se designó, de modo que comenzó a abrir la boca por si mismo y a pasar el agua.
Me sentía tan feliz por haber progresado que casi se me sube a la cabeza, hasta que el timbre sonó y volví a la realidad.
El timbre sonó de nuevo, me levante y salí disparada para abrir la puerta mientras en mi mente imaginaba a Jonh diciendo que se lo llevaría de aquí, pero al abrir la puerta no estaba el, si no Margaret, con una sonrisa de oreja a oreja con un refractario en las manos y su vientre abultado.
<<Mierda, lo ultimo que me faltaba hoy>> pensé.
Este es el segundo capitulo, tratare de publicar una parte de esta historia diario hasta que la escuela en la que estudio acabe con su huelga.
Gracias por leer.
Compartan se los ruego.
ESTÁS LEYENDO
Broken and Rotten
RandomDaysi es una mujer que se auto recluye en su casa y rara vez sale de esta, se ha abandonado a si misma tras una relación de cuatro años de abuso físico y psicológico; Hace ya casi dos años que no sale de casa y se ha ganado el apodo de :"la bruja d...