Imaginas/03.

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"Tragedia"

La lluvia mojaba tus pies y el viento enredaba tu cabello. Tronaba como si el cielo estuviese enfurecido y a ti te causaba tranquilidad.

La calle estaba desierta, la gente se agrupaba en las cafeterías cercanas o en los centros comerciales. Dentro de nada tu madre aparcaría frente a vuestra casa y los demonios volverían a ella.

Tu amigo, Alex, se había ofrecido aquel día a acompañarte a casa, pero tú te negaste.Ambos teníais el presentimiento de que algo malo ocurría, aunque simplemente no le diste importancia y caminaste cabizbaja.

Tu móvil vibró en tu bolsillo. Lo sacaste para ver que se trataba de un mensaje de Alex.

Cielo, ¿dónde estas?

Miraste extrañada el mensaje, por un momento querías no pensar en la posibilidad de que tu amigo o lo que fuesen, estaría esperándote, pero su silueta robusta cerca de la puerta de tu casa te sacó de dudas.

Alex era un chico alto y de aspecto despeinado, lucía varios percings a lo largo de su oreja y labio que le hacía aparentar un peligro apetecible.

Saludaste con una media sonrisa que él no correspondió. Se le veía confundido, y ¿dolido?

Se acercó a ti con una mirada que te dejó destrozada y te tomó de los hombros.

- ¿Por qué no me dijiste nada, Lynn? - dijo con voz rota-¿Por qué no me dijiste que vives el mismísimo infierno en casa?

Os quedásteis en silencio, mirandoós el uno al otro. Su mirada era tan azul como el mar, en ocasiones te daba la impresión de que su propio mar estaba en calma, pero en esta, sus azules aguas chocaban contra sus pupilas con instensidad.

- Simplemente...Simplemente tenía miedo Alex - explicaste, mientras algunas lágrimas escapaban de tus ojos.

Él te abrazó con fuerza y dejó que llorases en su hombro.

-Lynn...-susurró en tu oído-cielo, necesito que subas a tu cuarto y cojas tus cosas.

-No es necesario Alex, solo me queda un año para poder irme de casa.

-No lo entiendes Lynn, ya no puedes vivir aquí- se separó de ti y tomó tu cara entre sus manos.

Algo confundida miraste alrededor para ver si venía alguien, pero en vez de eso, te fijaste que el coche de tu madre no estaba.

- Y...¿y mamá? - le miraste a los ojos.

-Lo siento mucho cielo, tu madre ha fallecido hace unas horas, un coma etílico.

Desde aquel día tu vida cambió por completo. Ahora vivías con Alex, aunque después de lo que te hizo aquella mujer, seguías sintiendo un vacío que no conseguías llenar con nada.

-Sabes que puedes contarmelo todo Lynn, no estás sola, jamás lo estarás.



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Alex Høgh Andersen is The Type of...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora