Nunca imaginas que las coincidencias te llevaran a conocer personas que marcaran tu vida, qué tal vez empezaron como dos desconocidos juntados por el destino que antes de notarlo se había echo amigos casi inseparables pero ¿Y si uno empieza a sentir...
—La verdad es que, tengo algo que decirte Jin hyung...—Respondió Nam un tanto serio pero de alguna forma se veía feliz. Solo asentí y le puse mi total atención — ¿Recuerdas la universidad en Tokio de la que te hable? Pues... lo conseguí ¡Me iré de intercambio un año a Japón!—Dijo el moreno con una enorme sonrisa y sus ojitos brillando de alegría.
—¡Felicidades Namjoonie!— Dije abrazando al menor.—Y... ¿Cuando te irás?
—Dos semanas después de que acabe el semestre.
—Wo... eso es en dos meces.—Nam asintió, dos meces,empezaba a sentir algo raro en mi interior, como una pequeña fisura en mi corazón, no era una sensación agradable y tratando de ignorarla le seguí la plática al menor hasta que decidimos irnos a casa.
Cuando llegue solo me desplome en el sillón, me sentía muy feliz por Nam, sabía que se había esforzado al máximo para conseguir esa oportunidad, pero, una pequeña parte de mí esperaba que el menor no se alejara de mi, esa parte de mí me hacía sentir la peor persona por no apoyar completamente a mi amigo en sus sueños. Llegada la noche no podía conciliar el sueño, solo daba vueltas en la cama mientras mi corazón no dejaba de debatirse en qué sentir respecto a Nam ¿Qué sentía por el? ¿Porqué no podía ampollarlo completamente para que se fuera? ¿Cómo sería mi vida sin él durante ese tiempo? Y en si podría saber las respuestas antes de que el se fuera. Patee las sabanas y salí de la cama para ir a la sala y tratar de entretener mi mente leyendo un poco, hasta que sin darme cuenta Morfeo ya me había acogido en sus brazos.
愛
Pensaba que dos meces era mucho tiempo, más de sobra para contestar las preguntas que ocupaban mi atención casi todo el tiempo, y tal vez si lo sean cuando ya tienes la respuesta ante ti y solo tienes que sacudir el polvo que te evita verlas claramente, pero en mi caso las respuestas parecían estar ocultas bajo toneladas de tierra que no parecían dispuestas a rebelar el tesoro oculto bajo ella. No había logrado responder ninguna pregunta aún y eso me frustraba, el tiempo había volado, el semestre termino y hoy empezaron las vacaciones, tenía el tiempo encima, en dos semanas Namjoon se iría y no lo volvería a ver en mucho tiempo, lo positivo era que el también estaba consiente de ello, por lo que no nos habíamos separado en los últimos días, íbamos juntos a divertirnos y a comprar las cosas que él necesitaría.
—Hyung ¿Me acompañarías al centro comercial? Es que quiero comprar unos libros para llevarme.
—Si, es más, después podríamos ver una película y comer algo.
Cuando llegamos a la librería Nam parecía un niño en juguetería, recorría todas las estanterías del lugar tomando libros para verlos y luego regresarlos, mientras, yo fui a ver la sección de fantasía más por ver las llamativas portadas que por el contenido, al cabo de unos minutos escuché como caían varios libros «Por favor, que no halla sido Nam» camine hacia donde había escuchado el ruido y en efecto, Nam estaba muy sonrojado recogiendo un montón de libros mientras se disculpaba con un encargado de no más de 18 años que insistía en ayudarle pero el moreno no parecía escucharlo, reí un poco y fui a ayudarlo, después de eso Nam siguió registrando las estanterías conmigo a su lado, no fue la mejor idea pues en menos de 5 minutos Nam me había tomado como mula de carga pasándome al menos 15 libros.
—¿Vas a llevarte todo esto?—El moreno me volteo a ver contando los libros para luego buscar su carrera.—¿Qué pasa Nam?
—Olvide mi cartera en casa... creo que no me llevaré ninguno...
Puso una carita como de perrito triste ¿Por qué tenía que ser tan tierno? Solté un suspiro y le pasé los libros —Escoge cuantos te alcancen con ...800 pesos.—Dije sonriéndole al chico que me veía como si fuera un alíen o algo así.—Tómalo como un regalo... más bien, es mi regalo de navidad, despedida, felicitación y cumpleaños... todo por que no se si te vea para esas fechas.
Nam dejo los libros en el suelo y me abrazo con fuerza—Gracias hyung, te quiero.
Antes de poder responderle un suave beso en mi mejilla hizo que una corriente eléctrica recorriera mi cuerpo y mis mejillas se tiñeran en rojo. Nos separamos y él se sentó como indio en el piso para seleccionar qué libros llevarse, yo solo veía como sonreía y luego fruncía las cejas mientras analizaba los libros.—Estos hyung —Dijo sonriente mostrándome cuatro libros. Los pagamos y fuimos a comer a un pequeño lugar dentro del centro comercial, mientras esperábamos nuestra orden una tonta sonrisa se dibujó en mis labios al ver cómo Nam ojeaba los libros como si no creyera tenerlos en sus manos mientras sonreía de tal forma que sus ojos parecían dos medias lunas, esos momentos con el me hacían olvidar todo lo que había rondado mi mente sin descanso por casi dos meces, como si me mostrasen la respuesta a todas las preguntas, pero no lograba concentrarme con el tierno chico sentado frente a mi. Después de comer ya no tenía dinero para ir al cine, así que regresamos a casa, me despedí de Nam en la puerta de su departamento pero antes de poder retirarme me detuvo agarrando mi muñeca.
—Quédate hyung... por favor —Este hombre se estaba haciendo experto en dejarme sin hala, solo lo seguí al interior del departamento y cerré detrás de mi. Pusimos una película y nos acomodamos en el sillón de la sala, durante la película el menor no se separó de mi, cuando esta termino trate de levantarme pero Nam me abrazo por la cintura.
—Aigo...¿Por qué has actuado tan raro desde hace rato?
—Porque quiero irme a Tokio pero no quiero alejarme de hyung.
Lo abrace con todas mis fuerzas, tampoco quería alejarme de el y menos sabiendo que sería durante un año el tiempo en que no podría tenerlo así.—Tienes que ir, yo seguiré aquí cuando regreses y te recibiré con un montón de comida y dulces.
El menor rió un poco abrazándome más fuerte.—Hyung ¿Podrías quedarte conmigo?
—Creí que en eso habíamos quedado ates de ver la película.
—No me refiero a eso... ¿Podrías dormir conmigo?
El solo oculto su rostro en mi cuello esperando mi respuesta, pero yo ya sabía que responder—Si.
————★———— ¡Tercera parte! Espero les guste y apoyen esta corta historia. Creo la terminaré con 5 partes, así que ya mero es el final (también porque la verdad no quiero meter como mucho relleno o algo así buscando extender la historia).
Okumura fuera, bye. ٩( 'ω' )و
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
