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La última vez que había compartido cama con Nam él estaba más que borracho así no recordaba nada de esa noche, pero yo si, la forma en que se aferró a mi, como se removió en las sabanas para estar cómodo y las lindas caras que hacía dormido, recordaba claramente esa noche, pero ahora era distinto, Nam estaba en sus 5 sentidos al igual que yo, era la misma cama y el mismo cuarto obscuro que solo era iluminado por la blanca luz de la luna que se filtraba por las cortinas permitiéndome ver la silueta del menor, éramos dos chicos en la oscuridad viéndose frente a frente esperando caer dormidos, pero para mí sería imposible, mi corazón latía como si hubiera corrido un maratón.

—Hyung ¿Tienes sueño?—Negué con la cabeza mientras sonreía un poco— Yo tampoco ...¿Puedo preguntarte algo?

—Si, lo que quieras Nam.

—¿Qué has pensando sobre mí confesión?—Me voltee para ver el techo, no quería ver la cara de Nam al decirle que aún no tenía las cosas claras —... si no sientes lo mismo, no te preocupes, seguiré siendo tu amigo... claro, si tú quieres.

Me giré para verlo a los ojos nuevamente «O no ¡Soy un idiota!» vi los ojitos del menor brillar, sabía que eso era porque quería llorar. Lo abracé pegándolo a mi y acaricié su suave cabello. —No podría vivir sin ti en mi vida, así que nunca pienses en que te alejare de mi, eres un gran chico Nam, pero...—¿Como describir algo tan amorfo como lo que sentía por el menor? Seguía sin descifrar mis sentimientos cada vez más confusos hacia el, en eso sentí como respondió el abrazo y oculto su rostro en mi pecho— Solo necesito un poco más de tiempo Nam.

—De acuerdo hyung... pero... ¿Podrías prometerme algo?

—¿Qué cosa Namjoonie?

—Que el día que me valla a Japón me acompañarás al aeropuerto.

—No tienes que pedírmelo, claro que estaré ahí.—Apreté un poco más a Nam encontré mis brazos.

Me despertó un molesto rayo de sol que me daba justo en los ojos, había sido mi mejor noche en un buen tiempo, por primera vez en mese no me sentía cansado al despertar pero sentía un peso sobre mi pecho que no me permitía levantarme, bajando un poco la mirada vi a un Namjoon dormido sobre mi pecho mientras me abrazaba, no quería despertarlo pues se veía mucho más joven y tierno dormido, en lugar de eso tomé mi celular y le tome una foto pero el sonido de la cámara y el flash lo despertaron.

—¿Me tomaste una fotografía mientras dormía?

—Emmm... no, claro que no Namjoonie.

—¡Hyung! No mientas, ahora borra eso.

—¿Por qué si saliste tan tierno?—Dije para salir corriendo del cuarto mientras un adormilado moreno me perseguía.

—¡Bórrala!

—No.

Llegué hasta la sala y rodeé el sillón  pero Nam -No se como rayos lo hizo- Brincó el sillón cayéndome encima tirándonos al suelo y quitándome el celular.

—¡Regrésamelo!

—No—Solo veía al menor tratando de desbloquear el dispositivo para borrar la foto.—Desbloquealo—Dijo mostrándome la pantalla de mi celular.

—Nunca.

—Si no lo haces por las buenas... será por las mala.

Sentí mi sangre helarse ante las palabras del menor, no reaccione más que para negar con la cabeza, solo vi una sonrisa maliciosa dibujarse en sus labios para luego sentir como subía mi playera y empezaba a hacerme cosquillas, me retorcí riendo como loco y tratando de zafarme de él pero era inútil, el menor empezaba a desesperarse así que subió más mi playera hasta quitármela.

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