El examen era la semana que viene. Tras varios mapas de relieves, ríos y demás cosas, empezamos con las zonas climáticas, los climas de estas, los climogramas y por último, el comentario del climograma. Además, el señor Bakugo, dictó un vocabulario que posiblemente aparecería en la prueba.
Tras varios días de pasar de estudiar, llegó el examen y como esperaba, la parte de geografía ni siquiera me molesté en completarla. Intenté resolver el resto del examen centrandome en el comentario del climograma y así fue, me centré de tal forma que cuando lo terminé, la prueba finalizó.
Cuando el timbre sonó por los pasillos y llegó hasta mis oídos, sentí como mi pulso se aceleraba y mis manos empezaban a temblar-más de lo normal- debido a que vi que era la única que se encontraba en la clase (a excepción del señor Bakugo, obviamente). Levanté mi vista del pupitre y me encontré con aquellos rubíes que ardían llenos de un sentimiento que desconocía y cuando lo vi levantarse de su silla, hice lo mismo con la intención de evitar su constante mirada sobre mi persona, hasta que sentí como se acercaba.
Mis músculos se tensionarón pero, gracias a que era capaz de ocultar la mayoría de mis reacciones, pude ocultar esta también._Venga conmigo hasta mi despacho para que pueda acabar el examen.
Permanecí callada y sin expresión mientras seguía con mi labor de guardar mis materiales hasta que no pude soportar más su mirada sobre mi y decidí responderle.
_Ya terminé la prueba.
Pensaba que me dejaría ir en paz pero, la suerte no fue hecha para personas como yo.
_Da igual, tengo que hablar contigo.
Me detuve en seco con una expresión en blanco y en un estado de shock total debido a tres factores:
-El tono ronco de su voz.
-Había acortado tanto la distancia entre nosotros que ahora mismo se encontraba a mis espaldas, susurrandome aquellas palabras.
-Era la primera vez que apelaba a mi como "tú".Coloqué la mochila sobre mi espalda y mientras me centraba en disimular mi nerviosismo, dije.
_Vamos.
Salimos fuera de la clase y nos dirigimos hacia su despacho en un silencio interrumpido por el sonido de mis botines a la hora de caminar.
Cuando entramos, él tomó asiento y yo volví a sentir como mi corazón se acceleraba y mis ganas de irme de ese sitio aumentaban.
Su mirada, ¿como explicar como era su mirada?. Intensa, infernal, pesada, provocaba en mi una presión en el pecho que cada vez se iba haciendo más dolorosa y con aquel maldito brillo desconocido.
_¿Has estudiado?.
Algo en mi se tranquilizó, por alguna extraña y fortuita razón, mi corazón calmó sus latidos y seguido de ello, mi expresión facial cambió a una de neutralidad total.
_No.
Estaba cansada, angustiada y aquella concreta situación no mejoraba mi estado de ánimo, así que decidí contestar con total sinceridad y con algo de cansancio en mi tono de voz.
_Acercate.
Acaté esa orden y cuando quedamos el uno en frente del otro, él prosiguió con lo último dicho mientras paseaba su vista por mis piernas de una forma, ¿lasciva?.
_¿Quieres aprobar?.
_Si.
Respondí con obviedad y con una notable confusión en mi rostro.
Sin esperarmelo, se levantó del sillón en el que antes estaba sentado y yo me quedé observandolo con una mezcla de sorpresa, confusión y tensión.
Hasta que sentí como mi mejilla derecha era acariciada por su mano izquierda. Intenté retroceder pero, choqué con su escritorio y él me dijo.
_Te voy a ser sincero..Tus notas son pésimas, no presentas los trabajos y tampoco muestras interés en estudiar así que tengo una oferta para ti.
Asentí con la cabeza y con un muy notable ceño fruncido dejé que procediera.
_Si me haces una mamada...lograrás aprobar, si no, suspenderás, y si intentas chantajearme con lo que acabo de decir...será mejor que te prepares.
Enmudecí.
Mi expresión cambió de una que mostraba mi enojo y/o confusión a otra que mostraba un estado de desesperación total. No podía creerme lo que me estaba sucediendo, no quería creerme lo que...coño me estaba pasando a mi.Al no responder, él frunció más aún el ceño y se acercó a mi oído izquierdo para susurrarme mi sentencia de muerte.
_Tal vez, además de un aprobado, quieras que te pague.
Miré el techo de aquel sitio con la intención de no dejar escapar aquellas malditas lágrimas que amenazaban por salir y, tragué notoriamente saliva a la par que me dispuse a responderle.
_¿Cuanto?
Sabía que no tenía escapatoria. Si decía que no, acabaría conmigo de la mejor manera que sabía hacerlo, psicologicamente. Si lo hacía, acabaría con mi dignidad y si intentaba decírselo a alguien...acabaría desatando un infierno.
_El precio depende de como lo hagas.
Y sentí como lágrimas se deslizaba silenciosamente por mis mejillas y él simplemente alzaba una ceja.
_¿Has hecho alguna vez una?
Negué con la cabeza mientras bajaba la mirada y fruncía el ceño.
_Algún beso habrás dado, ¿cierto?.
Mi mirada chocó con la suya cual espada que quería cortar su yugular y este entendió todo.
Alzó una de sus cejas y sin poder creérselo dijo._¿En serio?.¿Ninguno?
Bajé la cabeza, de nuevo, y negué pensando que así, tal vez, el perdería el interés en aquella oferta.
Lástima que no fuera así.
Escuché un suspiro y sentí como me sentaba sobre su pupitre.
Lo volví a mirar y él también a mi. Permanecemos así durante un par de segundos hasta que volvió a hablar.
_Supongo que tendré que enseñarte a hacerlo.
Y dicho esto, estampó sus labios contra los míos y sin pudor alguno introdujo su lengua en mi boca mientras la entrelazaba con la mía.
Intenté apartarme pero con tan sólo una mano, aprisionó las mías y siguió con total naturalidad con su labor.Al sentir como su lengua, sin vergüenza alguna, prácticamente violaba la mía, no pude evitar emitir varios gemidos y dejar salir un par de lágrimas mientras me decía a mi misma.
_"¿En qué te has metido?"
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Un profesor demasiado estricto (Bakugo Katsuki x tu)
RandomBakugou Katsuki, el profesor mas temido de todo el instituto. A diferencia del resto del profesorado, el no necesita emplear la violencia o amenazas. Con ayuda de su mirada fría y sus ojos rubíes, logra llegar hasta el mas profundo rincón del interi...