sensaciones

capitulo 14 konoha

De un lado a otro, nerviosa, suspirando. Sakura había pasado toda la mañana encerrada en la habitación. La ojijade tenía la mente nublada, estaba confundida y dolida. Por un aparte, la pelirosa, deseaba ver a Sasuke. Ella deseaba disfrutar de la belleza del joven, volver a ver esos ojos ónix y esa cabellera azabache. Por otra parte, temía la reacción del joven hacía ella.

Sakura abrió la puerta despacio y salió al pasillo, sabía que Itachi se había ido a trabajar muy tempano y Karin tenía una reunión con Orochimaru. Bajó lentamente las escaleras y se asomó a la cocina. Un suave suspiro salió de sus labios al no ver allí al dueño de sus sueños y sus pesadillas.

Alzó la mano y abrió la nevera, al menos desayunaría algo ligero y después se encerraría nuevamente en su habitación a esperar a los demás. Sakura se llevó la mano al pecho y sus verdes ojos se medio cerraron. Sasuke le había dicho que no quería verla, ni escucharla. Trató de no hecer ruido mientras se bebia un vaso de leche y masticaba un trozo de pan con mermelada.

-¡Estás aquí!-La voz de Sasuke la asustó hasta tal punto, que casi se atraganta con el pan.

La tos se apoderó de la pelirosa y sin alzar la vista, salió de la cocina con la cabeza agachada. Cuando ella pensó que ya se había librado de su mirada inquisisdora, sintió la calidez de la mano sobre su antebrazo.

-¿Te vas?- La voz ronca de Sasuke sonó divertida.

Sakura asintió con la cabeza aún sin mirarle, ella recordaba perfectamente las palabras del joven la noche anterior.

-¿Vas a obedecer como una perra sumisa?- Sasuke la acercó a su cuerpo pegando la espalda de ella contra su pecho.-Creí que eras más fuerte, más luchadora.- Sasuke mordió el lobulo de la oreja poniendola nerviosa.- Creí que lucharías un poco más, esa actitud de sumisa no te pega nada.

-Y a ti no te pega la actitud de macho cabrón.- Soltó ella con lágrimas en los ojos. Acto seguido, tapó su boca con las manos.-Tú no eres así.- Susurró medio ahogada por su llanto.

-No.- Sasuke volvió a reir mientras acercaba la nariz al cuello de la joven y aspiraba su dulce aroma a cerezos.-Tú fuiste quien me lo enseñó, por eso debo darte las gracias. Aún que jamás pueda salir de esta casa, al menos sé que las pernoas son malas, egoistas, aprovechadas y sobretodo, sueltas.

-Sasu-ke.-Sakura tembló entre los brazos del azabache, las palabras que él había dicho, la habían descrito demasiado bien.- Lo siento.- Suplicó.- Ahora sueltame, por favor.- Ella agachó la cabeza de nuevo.- Prometo no molestarte más, me iré de nuevo a Konoha.

-Si te vás, no tendré diversión.- Sasuke apretó más su agarre.-¿Tan pronto vas a abandonarme?

-No me hagas esto.- Pidió con la voz rota.- Ya te he pedido disculpas ¿Qué más quieres?

-La verdad.- Pronunció contra su oído suavemente.- Solo quiero la verdad de todo esto.- Al fin soltó su agarré y la giró pegandola contra su pecho.-¿Por qué entrabas en mi habitación?- Intentó encontrar la respuesta en sus ojos jade.

-No lo sé.- Susurró ella fijandose en los rojizos y carnosos labios del azabache.- No sé porque lo hice.

-¿Tenías curiosidad de lo que podía hacer el tonto de Sasuke Uchiha?- Soltó aquellas palabras intentando no reflejar el dolor en su voz.

-¡No!- Sakura negó con la cabeza mientras intentaba soltarse deseperadamente del agarre.

-¡Si!- Le gritó el enfadado.- Deseabas saber cuanto sabía, cuanto ignoraba y como podías manejarme.

-Sasu-ke.- Sakura sintió un pinchazo en su pecho.-No hagas esto.- Le pidió suplicando nuevamente.- No te hagas más daño a ti mismo.

-¿A mi mismo?- Sasuke rió acercandola de nuevo a su cuerpo.- Yo ya tenía asumida mi condición Sa-ku-ra.- El azabache lamió los labios de la pelirosa.- Hasta que tu llegaste y me jodiste ¿Te divertiste?