Ámame una vez más

DESEO

—¿Podrías siquiera mirarme?— Pregunté con rabia. Odiaba pelear con él, pero Alex era demasiado inmaduro. 27 jodidos años y este "hombre" actuaba como alguien estúpido de 15.
—¿Qué quieres que te diga?— Preguntó con cinismo. Lo odiaba. Odiaba su actitud, era cruel, y era indiferente
—Solo quiero que me digas, ¿Por qué? ¿A caso, no te es suficiente conmigo?
—No es eso
—¿¡Entonces qué es!?
—Nada— Dijo mientras me arrebataba su celular —Es mi privacidad y no tienes derecho a juzgarme, puedo hacer lo que me de la gana, es mi sexualidad y es mi privacidad. Tú no eres una santa.
—¡Yo no tengo miles de fotos de hombres desnudos o masturbándose!
—¿¡Y qué te importa a ti!? ¡Es mi celular! ¡Y tú no tenías por que revisarlo!
—¡Madura, Alexander! ¿Que vas a hacer el día que me canse de toda tu mierda?
—Como si te fueras a cansar— Dijo con burla. Suspiré y di la vuelta. Él no iba a cambiar. Seguía siendo el mismo cerdo lleno de morbo y cosas asquerosas. Su mente estaba jodida y yo no podía más que sentarme a llorar.
Estaba harta. No podía dejarlo, sin embargo.
Había dejado a mi familia, mis estudios, mi vida feliz por que yo era idiota y me había enamorado de la persona menos indicada para mi.
Lágrimas corrían por mi mejilla, Alexander se acercó a mi y susurró
—Si estás llorando, es por que tú te lo has buscado. Nadie te dijo que revisaras mi celular— Sí. Definitivamente yo era una total y completa idiota. ¿Como había dejado mi maravillosa vida para estar atada a alguien tan asqueroso y despreciable?
Miré a la pequeña persona que dormía tranquilamente en la cuna, tan inocente, tan precioso, tan ajeno a nuestros problemas...
—Lo siento— Le susurré con el nudo en la garganta— Ojalá hubiera escogido un mejor padre para ti— Suspiré y cerré los ojos, —Ojalá nunca lo hubiera conocido— Finalmente, me arrastré a la cama junto al monstruo que había elegido para entregarle el resto de mis días. Y me repetí "Ojalá nunca lo hubiera conocido"