A la sombra de tu aliento

ROL 1 - Confesión

PERSONAJES QUE APARECEN:

-MALÉFICA: “La Bella Durmiente” (1959), “Maléfica” (2014).

-AURORA (21 años): “La Bella Durmiente” (1959), “Maléfica” (2014).

-AURORA: ... Eres malvada... No sé cómo pude llegar a enamorarme de ti...

-MALÉFICA: -Se queda en shock por un momento, observándola sin cambiar de expresión-. ....¿Qué?

-AURORA: Lo que escuchas... pensé que serías mi hada madrina, el cariño fue creciendo y... ahora esto…

-MALÉFICA: ¿Que te qué…? -se lleva una mano a la garganta, intentando aclararse la voz-.

-AURORA: Que... me enamoré de ti. Pero veo que no te importa -alza la voz- Yo... no quiero príncipes ni dinero, te quiero a ti.

-MALÉFICA: Aurora... ¿tú te estás oyendo? ¿En verdad eres consciente de lo que estás diciendo?

-AURORA: Sí, ¿ocurre algo con eso? Claro que me estoy oyendo, Maléfica... -la mira triste-. Te quiero.

-MALÉFICA: No puedes quererme -la mira con gesto serio, intentando ocultar la curiosidad y a la vez la pena-.

-AURORA: ¿Quién dice que no podría? Siempre has cuidado de mí, y el amor... nunca controlas de quien te enamoras -la mira con seriedad-.

-MALÉFICA: Tus tías cuidaron de ti. Yo tan sólo te perseguí para asegurarme... -detiene sus palabras al instante y desvía la mirada hacia un lado, huyendo de sus ojos-.

-AURORA: De que se cumpliese la maldición... Lo sé. Pero eso no quita que luego me cuidases... y fueses prácticamente la única que mirase por mí.

-MALÉFICA: Eso no es cierto. Y lo sabes. Esas... -frunce el ceño- ...tus tías lo hicieron. No yo.

-AURORA:  Maléfica.... -se acerca a ella- Igualmente eso no va a cambiar que te quiera -le coge la cara con las manos y le sonríe-.

-MALÉFICA: -Se aparta con brusco movimiento, hacia atrás-. No puedes. No lo hagas. Aléjate de mí. Vete -la mira con fiereza-.

-AURORA: -Se le llenan los ojos de lágrimas-. Hubiese preferido no despertar jamás... así al menos… -se echa de rodillas al suelo-.

-MALÉFICA: -La observa. Aprieta los dientes intentando contenerse. Sujeta con fuerza su cetro tratando de disimular el temblor que se está apoderando de ella. La Emperatriz del Mal no puede permitírselo-. Princesa, jamás te arrodilles ante el causante de tu desgracia... -sentencia, haciendo un esfuerzo ingente por no titubear-.

-AURORA: -La mira- ¿Ya no te importo? Maléfica... -agarra la tela de su vestido arrugándolo e intenta hablar sin romper a llorar-. No, me estoy arrodillando ante la persona a la que quiero ¿No te das cuenta?... -intenta no temblar y dejar de llorar-.

-MALÉFICA: “Persona” dices. –Ríe amargamente. La mira con una sonrisa dolida mientras le acaricia la cabeza-. Cuánta inocencia guardas en tu puro corazón, pequeña...

-AURORA: -Se levanta como puede y la mira-. Para mí, seas o no humana, nunca dejarás de ser simplemente tú -aprieta los puños-.  Siempre serás Maléfica. Y no voy a cambiar de opinión, quiero vivir contigo... estar contigo...

-MALÉFICA: No soy nada que pueda beneficiarte, princesa. ¿No te das cuenta de lo que todo esto significa? -le acaricia la mejilla-.

-AURORA: Sí. Que me he enamorado de Maléfica. No de un hada, ni de una humana, sino de ti -le acaricia la mano que toca su cara-.