Una pequeña pista

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Terminada la sesión de fotos y demás, las niñas se acercaron haciendo una rueda. Había tardado más de lo que había pensado, aún así el trabajo del equipo me resultaba satisfactorio, las fotos tenían una calidad única, agradecía en ese momento al sujeto que se enfermo para no venir y ser yo en su lugar el que cubriera su trabajo.

-las tres guerreras no sólo fueron conocidas por sus máscaras y por sus zorros acompañantes- dije al revisar las fotos de la cámara mientras todas escuchaban atentas la historia -la líder llevaba una vestimenta negra junto a un bastón y una espada sagrada en su espalda, la otra llevaba una vestimenta blanca y un arco con flechas, la tercera parecía tener una vestimenta dorada, se decía que ante el reflejo del sol hacia que el lugar brillara con más intensidad y su fiel Katana sagrada...- me quede callado al ver la foto de Moa, sonreí inconscientemente, realmente me causaba ternura -la maldicion que cayó en la antigua Japón se vio reflejada en una nube negra, esa nube podía estar día y noche durante semanas, la primera que apareció fue en la aldea de la Megitsune negra. Se infiere que ella trató de exorcizar aquella nube debido a que las personas del pueblo comenzaban a enfermarse, el río perdía su agua y los animales morían de forma extraña- levanté la vista de la cámara para ver a todas con una expresión de miedo -la sacerdotisa se enfrentó ella sola ante esa nube pero nunca imaginó que abriría un portal a seres místicos, los cuales al momento de salir de esta nube terminaron con la aldea completa dejándola en cenizas, la única sobreviviente fue la sacerdotisa quien estuvo a nada de morir. La historia narra que en su último suspiro lanzó un hechizo para despertar a uno de los dioses legendarios para que fuera a su llamado, mientras ella se dejaba caer sin fuerzas un estruendo se escuchó dentro del bosque y a la vista cientos de zorros aparecieron al auxilio de aquella sacerdotisa dándole una nueva oportunidad de vida...- todas parecían estar interesadas en la historia, especialmente Moa y Yui -la sacerdotisa deicidio tener un contacto personal con el dios zorro quien le ordenó radicar todo mal, esta acepto cerrando un nuevo trato, su nueva labor como una mujer con espiritualidad sobrenatural estaba comenzando, mientras viajaba de aldea en aldea, exterminando y combatiendo en batallas se dio cuenta que ella sola no podría, es ahí donde ella emprende su búsqueda para encontrar a la que serían después dos miembros fuertes, su espiritualidad era tan brillante y cálida como el sol, que en cada lugar que ellas pisaban las flores florecían y brotaban, los animales se acercaban solo para sentir paz y los niños con curiosidad deseaban viajar a su lado...

Los ojos brillantes y sus expresiones de asombro eran únicos para mi, había cumplido uno de mis objetivos, solo faltaba el más importante, descubrir si alguien de babymetal sabía o tenía algún libro oculto.
Respire profundamente tratando de salir de mi transe, las niñas murmuraban cosas como "increíble" "es muy linda la historia" entre más cosas.

-Gracias por tomarte el tiempo y contarnos sobre las megitsunes- dijo Moa al ponerse frente a mi y hacer una pequeña reverencia

-no...- le dije al rascar un poco la cabeza y evitar que ella agachara su rostro aún más -la verdad es que es un placer compartir esto a ustedes- les dije al regalarles una sorisa -es mejor que volvamos o su maestro se enojara con ustedes.

Todas asintieron siguiendo mis pasos, por un momento voltee atrás, tal parecía que alguien nos observaba pero no pude identificar la presencia. Solté un bufido y fui tras las niñas, Moa volvió a agradecer con esa sonrisa característica de ella, donde sus hoyuelos resaltaban aún más de lo usual.

-Moa, ¿podría preguntarte algo?

Moa se detuvo y giró entre sus pequeños talones para verme directamente, ella asintió ante mi pregunta.

-¿nunca antes habían escuchado de esta historia cuando iniciaron con el proyecto de Babymetal?

Ante mi pregunta ella llevo su mano a su mentón y perdió la vista en el cielo tratando de recordar...

-le verdad...- su voz hizo salirme un poco de aquel transe en el que estaba -es que formamos Babymetal por SG, antes de eso no se tenía previsto que fuéramos conocidas a nivel mundial, solo éramos niñas haciendo lo que más nos gustaba- dijo al verme de nuevo

-claro, solo eran unas niñas divirtiendose...

-aunque a decir verdad...- fui interrumpido por Moa y la vi de nuevo pensativa -hace tiempo hablamos algo parecido con Coba

Me quede atónito ante la confesión de Moa, no quería pensar apresuradamente pero quizás esta era la respuesta a una de mis tantas preguntas sin responder

-¿que hablaron con Coba?- trate de no soñar tan interesado pero me era imposible

-mmm recuerdo que él le dio el rumbo a lo que hoy es babymetal, comentó que hace tiempo él había...

-¡MOA!- se escucho un grito a lo lejos -Sensei te está buscando- se volvió a escuchar un grito

-... mm tengo que irme- me dijo al despedirse con un pequeño meneo de manos

Yo hice el mismo gesto al verla alejarse casi corriendo, ¿acaso todo esto no era una simple coincidencia? ¿Todo esto podía ser real?

Guerreras MísticasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora