Bipolar© {#1 The Bipolar Series}

Capítulo 11

“Es como si pusieras sal en mis heridas...”

Narra Faith:

Una vez que pude calmarme y hablar, les conté a mis padres lo que me pasaba.

Ellos trataron de tranquilizarme y alejar esos pensamientos, pero en el fondo... estaban completamente aterrados.

No teníamos noticias de Will desde hace trece días, lo último que supimos fue que estaba visitando a su Maddison, su novia, y que todo estaba bien.

Pero nada puede estar bien después de casi dos semanas sin noticias de alguien que llama a su familia a diario.

Habíamos llamado a la policía, que han iniciado la búsqueda de Will por todo St. Claire.

Es increíble que en un pueblo tan pequeño buscar a una persona resulte como buscar una aguja en un pajar.

Hoy volaremos hasta St. Claire, para ayudar a la policía. Para repartir volantes con su foto, y rezar para que esto solo haya sido un descuido de él, y que esté bien.

“Todo va a estar bien cariño” Una vez en el avión, mi madre trató de confortarme “Volveremos con William, y todo estará muy bien” Desde su asiento, le dio un leve apretón a mi mano izquierda. Forcé una sonrisa.

Vi a mi padre, que se encontraba a nuestro lado en la otra columna de asientos. Miraba por la ventana a la lejanía. En ese momento, supe que lloraba, o que estaba a punto de hacerlo.

Dios, esto era tan difícil.

Quizás si él no se hubiera ido a St. Claire... si él se hubiese quedado en casa... todo estaría bien. No tendríamos que pasar con esta angustia que amenaza con romper el espíritu de cada uno de los Riley.

¿Saben lo duro que es, que de pronto a uno de los seres con los que creciste.. se lo trague la tierra?

Viernes, Once de Noviembre, 2011

1:00 P.M, St. Claire

Habíamos aterrizado en nuestro destino hace poco tiempo, nadie estaba cansado, nadie tenía sed, nadie tenía hambre. Todos íbamos a por un solo objetivo, y no tendríamos descanso hasta alcanzarlo: encontrar a Will.

Al ver el empeño que lo oficiales de policía le ponían a la búsqueda, me sorprendía que todavía no hayan tenido éxito.

Repartimos volantes en cada casa, ya que por las calles no transitaban más que los policías, y unas pocas personas que retornaban de sus empleos hacia sus casas para el almuerzo.

“Nadie se atreve a dejar sus casas” Dijo el oficial Stevens –quien me acompañaba a repartir volantes por la ciudad-- Y dirigí mi mirada hacia él “Es increíble, lo mucho que puede disminuir la confianza entre las personas con un solo suceso” Reflexionó

Yo, obviamente, no sabía que decirle. Había vivido toda mi vida en Miami, una ciudad enorme y para nada tranquila.

“Aquí solían vivir con las puertas abiertas” Dijo él, haciendo un gesto con la mano a sus alrededores: viviendas, todas cerradas con llave, contradiciendo lo que recién había dicho “E independientemente del resultado de la búsqueda... las cosas nunca volverán a ser las mismas aquí”

La voz del oficial era de total decepción y tristeza, con... Bueno, en realidad no sé a quien iba dirigida su decepción. Y quizás, él tampoco.

Después de una hora y media aproximadamente, estábamos a las afueras de la estación de policía, y a pesar de que en mi cuerpo no había una pizca de cansancio, el Oficial Stevens me dijo:

“Ve a descansar un rato” Hizo un gesto con su cabeza a un pequeño parque solitario, localizado a unos pocos metros de nosotros “Te diría que entraras” se refirió a la estación de policía “Pero dudo que el encierro sea bueno para ti en tus condiciones emocionales”

Asentí con mi cabeza antes de verlo desaparecer por la puerta principal de las instalaciones. Pensé vagamente que nunca había visto un oficial tan atento.

Fui hasta el parque, y me senté en uno de los columpios. La soledad y el silencio trajeron hasta mí los recuerdos de mi infancia.

*Flashback*

“No, Will” Chillé. “Te dije que no lo haré, me da miedo” Dije por enésima vez. Mi hermano de diez años se balanceaba en un columpio que iba cada vez más alto. Y me empezaba a preocupar por él

“Pero mira es muy divertido” Y se balanceo más alto

Yo tenía siete años, y pensaba que él se haría daño. Por lo que comencé a llorar, temiendo lo peor.

Él, al ver las lágrimas bajar por mi rostro, detuvo el columpio y fue corriendo hacia mi

“¿Que tienes, Sunrise?”

Sunrise... el solía decirme así. Todo el tiempo. Cuando fui un poco más grande, el me explicó que me decía así porque “nací con los rayos del sol”

Una lágrima bajó por mi mejilla al recordar aquel momento, y muchos otros que me dijo así.

Entonces seguí sumergida en mis pensamientos.

“Yo... yo...” Tartamudeé “Pensé que te ibas a...”

Él no necesitó más para saber que me pasaba. Me envolvió en un abrazo tranquilizante y protector, y me explicó

“Sólo quería demostrarte que no hay ningún peligro al subir al columpio” Me dijo pausada y tranquilamente “Mientras esté aquí, trataré de que te deshagas de cada miedo que tienes dentro de tí. ¿Sabes por qué?” Cuestionó con una sonrisa, secando mis lágrimas

“¿Por qué?”

“Porque una vez que dejas de temer, comienzas a vivir.”

*Fin Flashback*

Las emociones me ganaron, eran demasiadas cosas a la vez... La angustia de no saber si volvería a tener un momento con él me estaba comiendo viva.

Quería salir corriendo de donde estaba, y de hecho, eso hice.

Salí corriendo sin dirección fija. Las lágrimas en mis ojos hacían el camino borroso. Poco después de empezar a correr, oí a lo lejos al oficial Stevens diciéndome que volviera, pero no le hice caso.

Paré en una casa con la puerta abierta, terminé dentro de ella tan rápido que no me percaté del horrible olor que la impregnaba completamente, tapé mi boca y entonces ahí lo ví...

Me congelé y me derrumbé al mismo tiempo. Aquello frente a mí estaba tan descompuesto y desfigurado que solo lo pude reconocer por su tatuaje en su brazo derecho que decía... Sunrise.

Grité en el preciso momento que llego alguien y me detuvo de caerme, consolándome.

Era él... era mi hermano... víctima en una horrorosa escena del crimen.

Espero les guste.

Voten y denme su opinión.

Mi ask: bizzleselfie

-G.G.G