El Principio del Fin... [[cuarta temporada de "Mi Ancla"]]

22

Habían encontrado un mapa en la armería. Segun Chris, eran Nemetons.
-y para que los quieren?-pregunta Isaac.
-los Nemeton son faros para lo sobrenatural.
-si quieren eliminar a todos los seres sobrenaturales del mundo, así es como lo harán.-nos dice Argent.
-significa que Gerard no se detendrá en Beacon Hills, verdad?-dice Melissa.
-quiere el mundo entero.

Se escucha la puerta de la casa de Scott cerrarse, y era su padre.
-donde está Scott?
-arriba, porqué?-le pregunta Melissa.
-no puede irse. Nadie debe hacerlo.
-me gusta que hayas cambiado de opinión, pero me gustaría saber por qué.-vuelve a hablar la mujer.
-las armas de Gerard.
-papá...-dice Scott apareciendo con Malia.
-las armas. Han sido distribuidas legalmente, a todo Beacon Hills. Todas. Sin costó alguno.
-las regaló?-pregunta el alfa.
-no. Está armando su ejercito.-nos dice Chris.

-al suelo!-grita Lydia.

La sala se comienza a llenar de disparos. Rompiendo vidrios, de todo.

Isaac está prácticamente arriba mío, cuidando que ningún disparo llegue a mí.

Pero es en vano, siento un tremendo ardor en el muslo izquierdo, dándome cuenta de que me dieron.

Luego todo cesa.

Mí charco de sangre se mezcla con otro, al principio no sé quién es, hasta que la madre de Scott levanta su mano débilmente, que está ensangrentadada.

(...)
-tengo que levantarme ahora. Debo ir a ver a Melissa mamá.-digo enojada, tratando de levantarme de la camilla.
-no Zaria. Te quedas allí.-dice enojada. 

Ella sale a hablar con el doctor, así que lentamente me levanto y salgo de la habitación del hospital.

Mí muslo izquierdo está vendado, nada del otro mundo, he pasado cosas peores.

Voy hacia la habitación de Melissa. Pero antes de entrar, veo a Scott dentro, y ambos hablando. Pero solo escucho el final antes de que ella se duerma.

-no huyas, pelea.

Veo a Scott con lágrimas corriendo por sus mejillas.
Sin previo aviso, entro a la habitación y lo abrazo fuertemente.

Siento como llora en mí hombro.
-es mí culpa Zaria... Todo es mí culpa. Tu, mí papá, mí mamá, Mason, Lydia...

Lo separó y lo miro incrédula.
-Scott, escúchame bien. Nada de esto, nada, es tu culpa. Eres nuestro alfa Scott. Nos has protegido desde que tenemos la manada. Has puesto mucha veces nuestras vidas antes que la tuya. Nos has cuidado y ayudado siempre. Así que es hora de que estémos para ti. Tu mamá va a sanar, no tan rápido como querríamos, pero lo va a hacer. Dentro de un tiempo va a estar en tu casa, caminando, regañandote por no juntar tu ropa interior sucia.-digo sonriendo.-y tu vas a estar allí, sin culparte por esto, que son responsables los cazadores, si? Estoy para ti, amigo, siempre...

Lo vuelvo a abrazar.
-gracias Zaria...

(...)
Malia y Scott se habían ido a hacer "algunas cosas". Le habían ofrecido a Isaac si quería ir, pero dijo que prefería quedarse conmigo.

-bien Isaac, vienes, no?-le pregunta Scott.
-no ésta vez amigo, voy a quedarme a cuidar a Zaria.-dice mirándome sonriendo. Le devuelvo la sonrisa.
-ah si?...-dice Scott levantando una ceja y mirandonos pícaro.
-no... Claro... Y a Lydia y Mason también. Claro. Claro.-balbucea Isaac apresuradamente.

Malia, Scott y yo reímos, mientras que Isaac se cubre la cara con las manos.

Había sido muy gracioso en el momento.