La Flecha y el Cigarrillo

3. Papá

La persona que nos estaba espiando a Lena y a mí, es una estudiante mía de la universidad, su nombre es Marina. La vi esta tarde saliendo de clases; llevaba un par de gafas negras que hacían que casi no se le pudiera ver el rostro. Trate de acercare para hablar con ella, pero me pidió que nos viéramos en un lugar un poco mas privado, la cite en café que esta frente al gimnasio a las cuatro de la tarde. Esa tarde ella llego muy puntual y no se como pero literalmente me conto toda su vida; nació y creció en uno de los diversos pueblos costeros que hay en este país. Sus padres eran muy estrictos con ella y no la dejaban salir a jugar con los otros niños. Supongo que fue en esta etapa de su vida cuando ella desarrollo cierto grado de inseguridad y de baja autoestima pero lo que a su parecer la traumo más, fue el ver a sus padres mientras tenía relaciones sexuales. Citándola: "el ver a papá introducir su miembro dentro mi pobre madre realmente me éxito, por ese momento desee ser yo la que estuviera en su lugar. Que las manos de un hombre me tocaran de la misma manera, sentir su respiración sobre mi cuello, que su lengua me recorriera completa y que sus manos me tocaran intensamente. Quería sentir  por primera vez el calor de alguien a mi lado". Todo  esto ocurrió a sus escasos quince años, supongo que sus padres no fueron del tipo cariñoso.

A parte del voyeurismo Marina ama la música; en especial la música del violín, ella me comenta que después de que su padre muriera su abuelo se hizo cargo de su madre y de ella. El abuelo noto que le gustaba la música y le regalo un violín. Actualmente ella está en la orquesta de la universidad, y por lo que he investigado, es uno de los mejores elementos que hay en la orquesta. Marina me ha invitado a su próximo recital, en verdad no sé qué decir así que acepte con una sonrisa y por un momento pude ver que  detrás de sus grandes gafas negras una sonrisa se había formado.

Le pedí a Lena que me acompañara al concierto de Marina pues no quería ir solo, ella acepto con gusto ya que dentro de su ser pervertido es una gran fanática de la Música de Cámara. El concierto fue un sábado en la noche, a él asistieron varios de los catedráticos de la universidad, el rector, varios alumnos y los familiares de los músicos. No pensaba que el concierto fuera tan grande. Después de varias actuaciones fue el turno de Marina. Ella tocaba una pieza de Vivaldi, desconozco el nombre pero era muy difícil, pero me éxito demasiado la maestría de sus dedos, casi por un momento vi como la música cobraba vida en sus manos.  Supo dar todos los tonos de la pieza, a pesar de que era muy complicada de tocar, fue en verdad una maravilla.

En el mismo instante en que Marina daba las gracias, pude sentir el calor de los pechos de Lena mientras  me susurraba al oído:

-Ella será nuestro próximo juguete.....