La Flecha y el Cigarrillo

8. Fiera

Ya había pasado bastante tiempo desde que me sentía tan confundido y excitado como me siento en este momento. Frente a mi esta una chica que entro con la mente pura y casta. En mi espalda, la perversión encarnada se entretiene jugando con mis músculos tensos, pasa su mano por mi espalda, casi como si quisiera arrancarme las fibras musculares una por una, uno de sus brazos esta abrasándome, mientras que el otro es el que se encarga de recorrer mi espada de arriba a bajo.

Miro de nuevo la cama donde se encuentra tendida Marina, al parecer ya ha descansado lo suficiente, ya que se acerca hacia donde estamos Lena y yo, ella se ha dado cuenta que una hembra rival ha entrado a su territorio de caza. No dice nada. Al parecer esta esperando la oportunidad perfecta para atacar a la joven e inocente hembra primeriza.

Mas sin en cambio, esto es lo que quiere Marina. Ataca de frente a la presa (Ósea yo). Tiene la ventaja de la ubicación, al estar en frente de mi, comienza a acariciar mi pecho, su pequeña mano recorre mi pecho de arriba a bajo,  hasta que llega a mis testículos. Toma mi pene entre sus manos y comienza a acariciarlo; primero suavemente, pero al paso del tiempo aumenta la velocidad y la intensidad de sus movimientos. Lena recibió un golpe bajo, perdió la ventaja que tenia sobre la victima, pero no pierde el tiempo. Así que inmediatamente se las arreglo para masajear mi espada mientras su boca estimula mi nunca. Su boca juega con mi oído, en ese mismo instante Marina intensifico su trabajo utilizando sus dos pequeñas manos; ahora me hace el mejor sexo oral que me han hecho desde la tarde en el apartamento de Lena. Estoy tan excitado que mi mente se funde con el calor de los constantes ataques de estas dos chicas. Llego al punto de no poder contenerme, así que eyaculo en  el rostro de Marina. Ella toma entre sus manos aquella sustancia viscosa y se la lleva a la boca, al parecer esta contenta ya que me dijo muy alegremente:

-Esto es una prueba de que el maestro me ha elegido a mi-dice la chica mostrándome una gran sonrisa. Lena no dice nada, sabe que ha perdido una batalla, así que es tiempo de que ponga el plan B en marcha....