Capítulo 1

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-Estoy en posición.-le digo a Len a través de uno de los pocos walkies que sobrevivieron a La Gran Explosión.

Mi posición es al lado de La Cueva. No sé por qué le dicen La Cueva cuando realmente es un túnel. Aunque bueno, muy poca gente sabe que es un túnel. Supongo que será por eso.

-Rin, cuando quieras.-me responde Len.

Salgo de mi escondite. Cojo una granada y la lanzo. Uno de los niños la coje. Sale Len del otro lado y lanza unas cuantas. Los niños las cojen con ilusión y esperanza, y tardan muy poco en acercarse.

-¡Rin se han acabado las granadas! ¿Empezamos con las uvas?

-¡Sí, por supuesto!- digo con una amplia sonrisa.

Hace unas semanas que comenzamos a repartir fruta a los niños a causa de la sequía que acosaba a ambas familias. Los niños nos lo agradecen con las caras manchadas de felicidad y los padres nos miran agradecidos. De repente, los vemos. Son varios, y todos vienen armados con palos y porras. Los niños corren y gritan. Los padres corren con sus hijos. Len y yo nos vamos a La Cueva, no nos pueden pillar. Pasamos por un recoveco y llegamos al otro lado. No sabemos qué le han pasado a los niños.

-Otra vez ellos. ¡Estoy cansada de huir de los verdes!

-Ya lo sé, Rin.

Le miro. Tiene el pelo recogido en una pequeña coleta, como siempre, aunque las raíces están mojadas a causa del sudor. Sus ojos azules inspeccionan La Cueva, vigilando que nadie llegue.

-¿Tienes miedo de que entre algún verde? Este sitio solo lo conocemos nosotros.

-Ya lo sé, pero... ¿Y si...?

-Y si nada. Voy a ver si se han marchado para que podamos volver.

-Rin, te van a pillar.

-En lo que llevo de año lo has dicho unas... ¿500 veces? Y nunca me han pillado. Ni siquiera cuando espiamos a los verdes.

-Lo sé, pero me preocupo por ti. Si te pasa algo... Madre y padre ya no están, ¿recuerdas? Eres la única familia que me queda.

-Len, no digas eso. Todos los Kagamine son tu familia. Nuestra familia. Bueno, voy a ver.-digo mientras me marcho para ver si están.

Al salir, lo único que veo son un par de cuerpos tendidos en el suelo, sangrando y a punto de morir. Vuelvo a por Len y lo saco sin decirle nada. Él sabrá curarlos. Estoy segura.

-Len, ayúdalos. Yo no sé qué hacer.

-Mi... Hija... Bosque... Buscar... Cuidar...-dice incorporándose.

-Shhhhh, ahora debe aguantar un poco, no debería hablar.-dice Len apartando la mano que el joven había levantado hacia nosotros y tumbándolo en el suelo de nuevo.

-Yo... Morir... Vosotros... Buscar... Hija... Bosque...-dice con un último suspiro.

Cuando nos acercamos al otro cuerpo, ya está muerto.

-Rin, han muerto dos personas por nuestra culpa. No creo que debamos...

-Vamos al bosque.-digo poniéndome en camino.

-Pero, ¿tú sabes lo peligroso que es el bosque?

-Claro que lo sé, Len. Pero es aún mucho más peligroso para una niña. Tenemos que ir a buscarla.

-D-De acuerdo...-dice Len no muy convencido.

Gekokujou (Revolución)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora