Volver a empezar. Parte 2

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Las mentiras tienen patas cortas

Luego de llegar a la torre, se dirigieron al piso donde se encontraba el laboratorio, al salir del ascensor se detuvieron en el vestíbulo del piso y trataron de ver a través de las puertas de vidrio cerradas herméticamente. Nada, solo se podía ver la rosada neblina de gas.

—Jarvis, ¿tus sensores pueden determinar la situación de Stark y Banner?

—Me temo que no, Capitán. El gas está compuesto por una pequeña parte de mineral extraterrestre que parece bloquear mis escaneos, solo sé que siguen vivos—informó la IA, agregando luego con lo que se pudo percibir como preocupación—Por favor, rescate a mi señor.

Prometiendo hacer lo que se pueda, se vistieron el traje especial mientras el protocolo contra gases desconocidos continuaba en su labor, succionándolo y liberando la habitación para que pudieran pasar. En cuanto las puertas se abrieron ingresaron con cautela, evitando tocar cosas innecesarias y avanzando hacia la zona donde se podía ver una mesa derribada y un bot dando vueltas ansiosamente, el cual al verlos agitó su garra para llamarlos.

En el suelo, en medio de los restos de champán, y los fragmentos de vidrio del frasco y copas rotas, se encontraban dos pequeños bultos debajo de la bata de laboratorio y el traje simple que usaban el par de genios antes de todo este lío. El Capitán fue a ver un bulto mientras el par de espías iba al otro, con precaución removieron las ropas y tragaron saliva al descubrir a dos niños inconscientes, respirando con tranquilidad y ajenos
a los rostros incrédulos de los adultos.

—No me jodas...

—Lenguaje.

—¡Pero Cap! ¡Este niño es terriblemente parecido a Bruce!—exclamó el arquero sin dejar de mirar al durmiente niño, incluso consiguió un palo desde quién sabe dónde y le picaba la mejilla comprobando si era real... hasta que Natasha le dió un golpe en la nuca para que dejara al niño en paz.

—¿Desde cuándo usas la palabra "terriblemente"?

—Porque si no el cap me regaña. Nat, eso no es lo importante aquí.

Ambos espías observaron a su capitán esperando órdenes, por lo que éste se recompuso de la sorpresa y comprobó la situación. El gas había sido succionado y encapsulado en un recipiente más seguro, por lo que uno de los requisitos de la misión estaba completo. Por otro lado, era evidente que los niños eran quienes vinieron a rescatar, solo que su estado actual era simplemente impactante. Suspirando con decepción por no poder sermonearlos de inmediato, llevó en sus brazos al pequeño castaño que estaba en el suelo frente suyo y lo llevó hacia una zona segura sin mirar atrás, sabiendo que sus compañeros imitarían sus acciones.

—Oigan... ¿y ahora qué?

Los presentes ignoraron la pregunta murmurada por el arquero, ya sea porque tienen la misma duda o porque se encontraban inconscientes. Justo en ese momento les llegó un mensaje del director Fury indicándoles cuáles eran las nuevas órdenes a seguir luego de saber la situación actual de Banner y Stark.

—Genial, seremos niñeras.

Nuevamente, el murmullo de Clint fue ignorado.

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—...rk.... tark

Tony frunció el ceño y se dió la vuelta, tapándose los oídos en el proceso.

Las desventuradas aventuras de The AvengersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora