La incertidumbre de un corazón frío

Cap. 1

Para todos el era un misterio, una persona fría, sería, parecía no tener emociones, aveces se llegaban a preguntar si realmente era humano. Eso era lo que pensaba la gente, pero,  lo que él pensaba de la gente, eso si no era un misterio, pues su inmensa inteligencia le permitía "saber" que las personas, eran son y seguirán siendo idiotas, que carecen de razonamiento y solo se dejan llevar por lo primero que ven y sus instintos primarios, eso le resultaba exasperante, por eso, y tal vez por más odiaba estar acompañado, su soledad era elemental para su tranquilidad, así fue desde los 7 años, antes de... bueno eso es un misterio incluso para el.
El tiempo avanzó, aquel muchacho de ojos color incierto pero hermosos que resaltaban por esa piel blanca y cabellos rizados color oscuro, cumplió 23 años, nadie lo sabía solo él y su familia que ese día se "celebraba" el nacimiento de esa asombrosa mente.
Sin embargo y como desde hace mucho tiempo atrás no se festejaba.
Él seguía con su camino diario, venía en su carro modelo honda S2000 color negro, se encontraba parado en un semáforo veía como los peatones iban, derecha izquierda... izquierda derecha, todos comunes e igual de aburridos y monótonos, al menos eso pensaba, pero, en un instante inesperado una cabellera rubia llamó su atención era un joven en bicicleta, no venía montado en ella, la llevaba caminando iba con otro hombre uno voluminoso de cabellos negros corto y lentes.
El tenía que aceptar que por alguna razón que desconocía ese muchacho ante sus ojos lucia adorable; ojos color azul, caucásico, estatura baja tal vez le llegaría a la oreja, y por último su lindo cabello de color rubio, ¡si!, él pensó que todo eso era bello, pero lo realmente hermoso en el hera esa sonrisa, una capas de iluminar todo un mundo... su mundo, se perdió en el, le encanto, aquel alegre muchacho de sonrisa tan cálida, por un momento solo estuvo el, en su mente, tal vez en algo más significativo, lo trajo a la realidad los claxon de los demás carros, se asombró de sus reacciones, confundido y desanimado emprende de nuevo la marcha. Sin saber por primera vez algo con certeza inhumana, "¿podré volver a verlo?"