Cap. 3

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"Todos queremos lo que no se puede, somos fanáticos de lo prohibido."
          Mario Benedetti
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Hace 2 meses que Sherlock y John se habían conocido, fue una sorpresa para John el encontrarse a Sherlock en la universidad en el que el asistía.
-¿me estás siguiendo?- dijo John con una pequeña sonrisa coqueta.
John estaba seguro de lo que sentía por Sherlock ese tiempo en el que se encontraban en el departamento y sus salidas de vez en cuando se lo habían dejado muy en claro, lo que no estaba claro era si Sherlock sentía lo mismo, si bien nunca hablaba de alguna chica también no lo hacía de chicos y no le daba señales claras de si el era especial, aún que una vez le llegó un mensaje de un joven y Sherlock no dudó en contestarlo ni un segundo, cosa muy extraña para el rubio, debido a que era más usual que hiciera un gesto y guardara su celular pero no le tomó importancia.
John no notaba que Sherlock siempre le contestaba sus insinuaciones con otras insinuaciones, gracias a eso se hicieron más cercanos, tal vez a John le hacía falta ver a Sherlock socializar con más gente, claro que eso era imposible ya que simple y sencillamente Sherlock no interactuaba  con "esos seres".
- Tal vez ¿por que? ¿Te asusta?- contestó la insinuación de John
- No... - fue sincero es más si lo hacía para seguirlo mejor para el
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- No parece ser difícil John
- ... aveces me haces sentir un idiota
- No te hago sentir uno John, lo eres así de simple
- ¡Tu eres el idiota! ¿Vas ayudarme si o no?
- Lo haré, déjame revisarlo
John le había pedido ayuda a Sherlock con algo de la escuela, realmente no le parecía difícil, pero quería pasar más tiempo con Sherlock ya que últimamente estaba distante.
- John esto se resuel...
El celular de Sherlock comenzó a sonar interrumpiéndolo
- Espera- Sherlock se levantó a contestar alejándose y dejando a un John decepcionado y frustrado por décima vez en la semana.
el rubio volteó a ver a Sherlock, le costaba aveces aceptar que un tipo tan complicado le gustara tanto, pero, no podía evitarlo, sus ojos escondían algo tan excitante para John, su boca delgada y perfecta para el, hacía que no le quitara la vista de encima, su alta y delgada figura le hacía despertar un cosquilleo en su estómago haciendo que su imaginación divagara, la voz de Sherlock provocaba que toda su piel se pusiera de gallina.
No dejaba de observarlo, de pronto vio que su semblante cambiaba y una sonrisa muy sincera se formó en su rostro, colgó y se dirigía otra vez hacia la mesa del patio de la escuela en donde estaban sentados, John desvió la mirada, reaccionando.
- ¿algo importante?- preguntó "indiferente"
- haaa si algo así
- ¿algo así?
- Si, un viejo amigo acaba de llegar a Londres, me ha pedido darle alojamiento en lo que está aquí lo siento John la explicación será para más tarde.
Sherlock había guardado sus cosas rápidamente para emprender su viaje al aeropuerto.
- ¡Sherlock espera!
- ¿si?- se volvió el rizado hacia su acompañante
- yo, bueno, es viernes
- ... Si ¿hasta ahorita te diste cuenta?
- ¿que? No... ¿puedo acompañarte? No tengo nada más que hacer
- Si ¿por qué no?
John como un niño pequeño guardó sus cosas y corrió hacia Sherlock, camino al auto, John se decía así mismo
"¿Amigo? Llevo de conocerlo meses y el único amigo que a mencionado soy yo... ¿estoy celoso? Si claro que si estoy celoso, eres un idiota John Watson"
- ¿Estas bien?
- Si, si lo estoy, estoy bien
- ... Claro
Ya en el auto, emprendieron su marcha al aeropuerto, el rubio iba muy molesto pues no le gustaba nada de lo que estaba pasando
- John, ¿Sabes? Creo que has notado que no soy nada sociable, para serte honesto nunca he sentido alguna clase de sentimientos hacia una persona, jamás he visto la lógica en el amor o en la felicidad, jamás he creído en esas cursilerías del destino y que dos personas se unen para ser uno mismo
- ... Claro, ¿que me estás tratando de decir?
- Que, no creo ser capas de enamorarme.
De pronto John sintió que algo se rompió en su interior, tal vez Sherlock con la fina observación que lo caracterizaba se había dado cuenta de sus sentimientos y estaba apunto de decirle que el no iba a sentir por el lo mismo.
- oh si lo hiciera, no sería capas de darme cuenta- prosiguió Sherlock
- ... hujum
- Lo que intento decir es que, creo que estoy enamorado de alguien.
John sintió de nuevo vivir, pues al parecer había una pequeña esperanza de que esa persona fuera el
- Así que necesito tu ayuda a darme cuenta
- Claro, lo que sea por ti.
John en 3 segundos se dio cuenta que lo que había dicho podía delatarlo así que volteó a ver a Sherlock, este mostró una sonrisa y un
-Gracias- salió de sus labios
Tal parecía que no se había dado cuenta
- ¿y cuál es la historia de este amigo?
- Su nombre es Victor, es un amigo de la niñez y para serte sincero ha sido el único en mi vida
- ¿El... único que consideras tu amigo?
-Si, eso creo, ya te dije que creo estar enamorado
- ¿Entonces crees que estás enamorado de este amigo?
- dime algo John la gente normal cuando esta "enamorada" de alguien cercano qué tal vez se considere un amigo, ¿lo deja de llamar su amigo?
- Si aveces
- ¿por qué?
- pues porque lo quieren como algo más
- ¿algo más?
- Si ya sabes algo más especial y más a fondo que solo un amigo
- Por supuesto
- ... ¿puedo saber de quien estás enamorado?
- No
- ¿por qué? ¿Que no somos amigos?
- ¿eso somos?- dijo Sherlock haciendo notar su sorpresa
- pues si, al menos de mi parte- sin darse cuenta John se había contradesido, pues lo que había querido decir era que Sherlock era tan cerrado que no creía que lo considerara alguien cercano.
-... Aún así no lo sabrás
El camino al aeropuerto fue de una hora y 20 minutos, después de que Sherlock se negó hablarle de "esa persona" John comenzó a contarle sobre qué el había tenido una novia que creyó era la indicada, pero que conforme avanzó la relación se dio cuenta que no era lo que él creía
Y así le siguió platicando sobre novias y amores pasados.

La incertidumbre de un corazón frío Donde viven las historias. Descúbrelo ahora