Capítulo 12: Su vanidad
Se cree multimillonario, pero no es más que un niñito de papá. Estúpido ególatra. Habla de su vida como si a todos le importara. Se jacta de tener propiedades, ropa de marca, autos e incontables lujos cuando no es por esfuerzo propio que los consiguió. Y ni hablar de sus calificaciones. ¿Es posible que alguien se jacte hasta de sus fracasos? Por si la respuesta es no, deberían verlo. Es odioso.
¿Cuál es el punto de querer llamar a toda costa la atención? Me vale verga si tiene veinte mil casas en quichicientos países. No me interesa si sus papis solo le compran ropa de diseñador al bebé ese que nunca ha puesto un pie en un mercado. Me llega que siempre alardee.
Y ahora actúo como tarada. Lo veo, lo odio y lo quiero matar.
¿Por qué es tan desquiciante? ¡A nadie le importa su vida! ¿O sí?
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50 Razones para odiar a Dan
RomanceOh, claro. Ahora es una dulce y blanca paloma que se preocupa por los demás. Puedo demostrar que no, señores. Es mi ex y es completo imbécil. Todos los derechos reservados.