Prólogo

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No se donde estoy... Pero he caminado por días y estoy agotada, incluso mi loba esta agotada. Sinceramente ella fue quien hizo todo el esfuerzo a la hora de escapar de... Ese asqueroso sitio.

No me quejo mucho, estuve en situaciones peores y durante muchos mas días. Me duele el cuerpo de todas la veces que me transforme, después de varios años que me transformo por voluntad propia.

- Dejame seguir a mí... Puedo hacerlo, Celeste.

Su voz me hace querer llorar, no puede... Esta muy débil y apenas y hemos comido algo cazado por ella.

- No, claro que no. No lo permitiré... Yo puedo soportarlo un poco más.

Le digo intentado sonar segura de mis palabras. Ella no dice nada, supongo que muy el fondo sabe que tengo razón y aunque quisiera que ella tome el control, si me transformo una vez mas creo que mi cuerpo no lo soportaría y mas en mi estado actual.

- Escucho bocinas... ¡Pide ayuda!

Asiento y camino mas rápido, observo mi estomago y veo la sangre que tiene mi mano. Ignoro el dolor y me acerco a lo que parece ser una carretera, una muy vieja y parece que ya no es usada.

- No hay nadie, Venus - le digo a mi loba y ella solo se mantiene en silencio.

- No... Juro haber escuchado algo.

- No fue nada, creo que el hambre y sed nos esta haciendo alucinar - le digo y cruzo la carretera. Pero me detengo cuando una luz amarilla se acerca a velocidad en mi dirección, cierro los ojos esperando nuestro fin.

- ¡No te vayas a desmayar!

Es tarde, la oscuridad me cego y lo ultimo que pude sentir fueron una manos cargando mi cuerpo.

(...)

Los pitidos de algo me hicieron volver a la realidad y despertar de lo que pareció una siesta larga. Mis ojos se abren y logran ver un techo blanco, mi sentidos despiertan y puedo sentir olores raros, completamente desconocidos para mi. Observo a mi lado y veo un objeto que marca algo... Creo que mi pulsación.

- ¡Gracias a dios! Esta despierta - el grito emocionado de alguien me hace percatar que no estoy sola en aquella habitación blanca. Se acerca y es cuando la veo correctamente, es una chica de al menos veinte y algo de años -. Sebastián ven rápido, la chica despertó - le dice y segundos después veo que un chico aparece y luce cansado.

- Ya era hora... ¿Logras escuchar? - me pregunta directamente. Mi cabeza palpita ante los sonidos de la habitación.

- Creo que eso es un no - le dice la chica y sale de la habitación. Minutos después vuelve con un hombre mas adulto y de bata blanca, mi cuerpo se tensa y el miedo me paraliza.

Me encontraron... Van a experimentar de nuevo conmigo.

- Deben salir de la habitación, vamos a chequear su estado - le dice a los dos chicos y estos salen rápidamente. Cuando su mano se esconde dentro de su bolsillo me dan ganas de correr, pero mi corazón se tranquiliza cuando saca de este una pequeña linterna. Con ella pasa la luz a ambos lados de mis ojos, no se que quiere probar con eso, pero lo guarda rápidamente.

- Creo que todo esta en orden. ¿Puede escucharme? - me pregunta serio. Asiento lentamente e intento hablar, pero en vez de palabras salen solo sonidos sin nada y luego tos -. Aquí tiene agua, tome lentamente - me dice mientras me pasa el vaso de agua. Mis manos cobran vida y lo agarran rápidamente, siento alivio cuando el agua fresca entra en mi cuerpo.

- G-gracias... - contesto entregandole de vuelta el vaso. El lo recibe y lo deja en una mesa a mi lado.

- De nada. ¿Como te sientes? Cuando esa familia te encontró, usted estaba muy mal herida y deshidratada. Pudo morir, ¿Puedo preguntar que fue lo que le ocurrió? - su voz baja de tono, esta siendo cauteloso.

- No quiero hablar de eso... ¿Donde estoy? - pregunto.

- En una Clínica - suspira -. No te preocupes por los gastos, la pareja lo pago todo. Así que una vez estés estable, podrás salir de aquí - me dice, asiento y después de asegurarse que estoy bien, se retira y deja que la pareja pase.

- El doctor nos dijo que estabas bien... Comento que podrías salir en dos días, ya que tienen que sacarte los puntos que te hicieron - me dice la chica acercándose.

Me destapó y levanto la tela que cubre mi cuerpo hasta que veo la herida un poco hinchada, pero mucho mejor que la ultima vez que la vi.

- ¿Porque estabas ahí? Nadie vive por ahí y esa ruta se dejo de usar hace mucho tiempo. Nosotros nos quisimos aventurar y por suerte te encontramos a tiempo, pudiste morir por el sangrado y porque estabas deshidratada - me cuenta el chico. Su mirada es de pura confusión y preocupación.

- Me abandonaron ahí, creo... - le contestó. Nadie tenia que saber de donde había escapado, no podía correr ese riesgo sabiendo que esa gente tiene personas trabajando para ellos en todo el mundo.

- ¿No recuerdas nada? No estas en la base de datos - me dice la chica está vez.

- No se que es eso... - le digo y esa es la verdad. Había muchas cosas que no sabía, cuando me ingresaron a ese lugar yo tenia nueve años y no recordaba nada.

Como si todo se hubiera desvanecido en el aire. No se si tengo padres... Aunque supongo que sí.

- Por las marcas que te encontraron en todo el cuerpo... - comienza a decir la chica pero el chico la detiene.

- Lo importante es que estas bien... Las horas de visita acaban en diez minutos así que nos vamos yendo. Vendremos mañana a ver como mejoras - me dice y después de unos minutos se van debido a que una enfermera les anuncia que ya acabo la hora.

(...)

Ya han pasado dos días y salí de alta hace dos horas. Me despedí y ahora estoy aquí, en medio de una ciudad que desconozco y completamente sola. He vagado por no se cuantas calles y nada, ahora que estoy fuera... No se que hacer con mi vida.

Me siento perdida, no tengo familia... Fui la única que sobrevivió a ese asqueroso lugar y aun no se como hice eso.

- ¡Lo siento...! - una voz dulce me dice, cuando me percató me encuentro en el suelo y hay una mano frente de mi -. Fue mi culpa, no te vi venir - me dice un chico de cabello castaño y sonrisa amable.

- No fue nada... Tampoco venia prestando atención - le digo y me ayudo con su mano a levantarme. Una vez que estoy parada puedo ver lo alto que es, no es musculoso, es delgado pero se ve que hace deporte de vez en cuando y es super tierno por alguna razón.

- ¿Y si le dices tu nombre...?

La voz de Venus me hace recordar que el me esta mirando con curiosidad.

- Ah... Soy Celeste, un gusto - le digo nerviosa. El sonríe de modo que se me hace aun mas tierno.

- Mi nombre es Lucas... - me contesta con una sonrisa que nunca olvidaría.

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· Nota de Autora: ¡Hola gente! Dios, no puedo creer que este sea el último libro de la trilogía. No se que haré con mi vida después ahre

En fin... Quiero que sepan que no subire nada hasta acapar con el segundo libro. Les avisaré cuando comience a publicar en mi Instagram: RadianteUnicornio_Wattpad.

En fin, los amo.

Besos y abrazos.
- RadianteUnicornio.



Simplemente Suya © || Trilogía Híbridos #3 ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora