Cravings.

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Salieron del hospital tomados de la mano. Ninguno decía una palabra y no necesariamente tenían que hablar para alivianar el ambiente. Caminaron a su auto en completo silencio, Harry le abrio con caballerosidad la puerta a su amada pareja y después rodeó su vehiculo e ingreso en el, encendiendo la calefacción al instante. EL frío aire de invierno estaba por comenzar. 

―Le diré a Ma que me acompañe por las nuevas compras. ―dijo Louis inclinando un poco mas su asiento para recostarse sobre el, estando un poco mas cómodo. ―No tienes que acompañarnos si no puedes... tu vuelo ya ha despegado así que puedes quedarte a descansar en casa mientras nosotros nos ocupamos de las compras. ―balbuceo. 

Desabrochó sus jeans liberando su pequeña pancita de cinco meses. Era extraño pero en todos sus embarazos de Louis, su vientre nunca se había inflamado como pasaba en un embarazo normal, tal vez era una señal de que algo no andaba bien. Y en este caso no había excepción.   

Pequeños hipidos bajos se escucharon salir de los labios de Harry, la mirada celeste de Louis se dirigió a él con pánico.

―¿Amor? ―el rostro de Harry se recargo en el volante. ―¿Que sucede, Cariño? ―preguntó con la voz temblorosa. 

―Tengo tanto miedo. ―susurro. 

El corazón de Louis se encogió. ―¿Miedo de que corazón? ―el nudo en su garganta le impedía hablar. ―El bebé nacera sano y salvo y e-él  será idéntico a nosotros dos. ―busco su mano en la oscuridad del automóvil y cuando la encontró, la entrelazo con la suya dándole leves caricias. ―Estaremos bien. 

Su pareja levantó su mirada y lo observó con amor. ―Será precioso. ―sonrió mostrando sus hoyuelos. 

―Lo será. ―asintio Louis sonriendo. 

Harry bajó su mirada cristalina al estómago de su ángel y llevó su mano hacia ella, Louis dio un saltito cuando la gran mano de Harry toco su abdomen, estaba fría. 

―Lo siento. ―alejo con cuidado su mano. 

El castaño negó tomando la mano del rizado y llevándola de nuevo a su vientre. ―Vamos a estar mejor que nunca. ―dijo acercándose al rostro de su pareja y juntando sus labios en un cálido y tierno beso.  

                                                                                ✺✺✺

―¿Podemos llevar cereal de colores? ―dio saltitos para alcanzar la caja de cereal sin ningun éxito. Su esposo esbozo una sonrisa tierna y se acercó para bajarle una caja de cereal a su pequeño Ángel. Pero antes de dársela observó su contenido, Louis frunció el ceño. 

―Esto tiene demasiadas grasas, amor, el doctor dijo "sin frituras". ―recordó volviendo a dejar la caja de cereal en su lugar y seguir con su camino. 

El rostro de Louis formó un puchero. ―¡Pero el carrito está lleno de verduras y frutas! ―chillo señalado el carrito de compras que su esposo llevaba. 

Harry observó el carro lleno de verduras, frutas y otros tipos de alimentos bajos en grasa, regreso su mirada a los estantes donde cientos de cereales estaban acomodados por marcas. Tomó una caja de cereal "Kellogg's fibra especial" y los metió dentro del carrito. 

―Listo, esto no le hará daño al bebé, sin berrinches. ―dejo un pico en los labios del menor y siguió su paso saliendo del área de cereales.

                                                                           ✺✺✺    

Ambos se encontraban descansando en su habitacion. El silencio y la oscuridad reinaban en la habitacion. Louis estaba acostado boca arriba con la playera de su pijama hasta el pecho mientras Harry mantenía su colosal mano -ahora con una temperatura estable- dando leves caricias al lugar donde su bebé crecía.   

―Mañana hare de cenar Pollo Mozzarella, tu comida favorita. ―interrumpió Louis cerrando sus ojos y colocando su mano arriba de la de su esposo. 

Harry asintio.  ―Llegare temprano, como siempre. 

Harry siempre elegía los vuelos cortos y de madrugada para poder llegar a casa temprano y poder cenar lo que su Ángel había cocinado para él. Las mañanas de Louis se la pasaba en casa de su madre ayudándole con sus hermanas y ayudándole a cosas de la casa, en las tardes se regresaba a su hogar para preparar con la ayuda de Ma la cena para su esposo.  Nunca había faltado a una cena y nunca lo haría.  

―Miami, ¿cierto? ―preguntó Louis con la voz somnolienta y Harry asintio. ―Espero un obsequio. ―bromeo. 

Harry volvió a asentir con una idea en su cabeza, le traería una sorpresa a su Ángel... bueno literalmente para él no. 

No se imaginan lo emocionada que estoy por esta historia. 

Espero y ustedes están igual de emocionados que yo. 

Gracias por leer ♡ 

Buenas Noches.  


À bord. [LS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora