×Mine×Yoonmin.

Capítulo 30: Desperté.

¿Qué había pasado? Lector...Estás confundido ¿No es así? Pues...No te alarmes, la verdad en estos momentos nadie entiende que está pasando.

Mientras Jungkook repetía mil veces el nombre de su novio mientras iba en la ambulancia camino a por ayuda, o mientras Yoongi no sabe en donde mierda se encuentra con los ojos vendados en aquella habitación tan oscura...también hay confusión.

Pero...Sí, tal vez no todo es hermoso, no todo es como te gustaría que fuera. Pero para Yoongi esto es darle la vida a la persona que  ama, que adora con todo su corazón. Y si tenía que dejarse llevar por un completo desconocido...Lo haría por el simple hecho de que no quiere ver a la persona que más ama en peligro.

Prefería ser él quien estuviera en peligro, no Jungkook.

(POV YOONGI)

Todo es tan oscuro, no logro ver nada. Siento que todo es tan enorme y helado, tan vacío. A parte de que todo es tan malditamente oscuro tengo los ojos vendados quitándome la posibilidad de por lo menos saber donde estoy, que hora es, cuanto tiempo ha pasado desde lo que ocurrió en aquel molino.

Cuanto tiempo ha pasado desde que sentí la calidez de sus brazos.

¿Por qué todo tenía que ser así? ¿Acaso el mundo entero está en contra de mi felicidad? ¿De ser feliz junto a la persona que amo? Todo esto me llena de ira.

Mordí mi labio con furia, sintiendo el horrendo sabor de la sangre en mi boca. Aquel metálico sabor que brotaba de mis labios no paraba de correr, tal vez no en grandes cantidades, pero sentía como una gota resbalaba por la comisura de mis labios.

Pero algo la detuvo, alguien la detuvo. Sacándola de mi labio y por el sonido que emitió prácticamente consumió aquella gota de sangre. Mi piel se erizó por completo.

–Hola pequeñín ¿Me recuerdas?

Aquella voz se me hacía familiar. Mi mente se iluminó por completo.

Es la misma persona, la misma persona que aquella vez en los baños comenzó a "acosarme" de alguna manera. Nunca olvidaría aquella voz seca y burlesca.

–¿Quieres que te ayude con eso?

No entendí aquella pregunta, solo sentí a lo que se refería.

Repentinamente...Me besó, así es, me besó. Succionando la sangre de mi labio y pasando grotescamente su lengua por mi herida. Puto asqueroso.

Corrí mi cabeza a un lado con ira, evitando que aquella tan asquerosa escena continuara.

_Aww! El gatito se enojó. No seas tan aguafiestas, vamos, sé que quieres.–Dijo tocando mi muslo, manoseándolo de manera indebida.

–No me toques, idiota.–Dije firme.

A pesar de que estaba jodidamente aterrorizado y ya entrando en pánico.

–Hey, cuidado con lo que dices hermoso. He sido muy paciente contigo.

Permanecí en silencio.

–Creeme, si no te tuviera gota de piedad no habría acuchillado al dientón ése de manera en donde no muriera al instante, o no le habría llamado una ambulancia.

Fruncí mi ceño con ira, apretando mis puños atados a la silla en la que me encontraba. Tratando de guardar la compostura y no partirle los huevos de una sola patada, ¡Oh! Mis piernas también están atadas, sorpresa sorpresa.

–Así que dime ¿No soy un amor?–Dijo con su tan característica voz burlesca.

–Jodete.

Esperé un golpe de parte de mi contrario. Pero solo recibí su cálida respiración en mi oído.

–Cuidado con lo que dices pequeñín, que me es muy fácil sacarte de esta silla, llevarte a mi cama y partirte el culo de una manera que no te imaginas.–Dijo amenazándome, sellándo aquella con otra asquerosa de sus lamidas, esta vez en el lóbulo de mi oreja.

Rió en la misma y agregó.

–Bueno, tampoco es como que no lo disfrutes, Suga.

¿Suga? Acaso...

No. No no no no no. Esto no puede ser real.

–Por tu expresión veo que recuerdas quien soy, precioso.

Vaya que lo recuerdo.

–Pero vamos, en aquel entonces tu piel seguía siendo tan sabrosamente pálida como lo es ahora. Eso me encanta

–Park Jimin.–Dije casi en un susurro

Él rió.

–Wow wow wow, no. Nada de formalidades, no tienes porque llamarme Park Jimin.

Se acercó a mi oído, lamiéndolo

–Call me Daddy~.–gruñó.

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Pene.