Capítulo 31: Dolor y Lágrimas.

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Call me Daddy~.

Gruñó Park, sin dejar de admirar aquel tan pequeño y delicado cuerpo frente a él.

Quería morderlo, lamerlo, succionarlo, hacerlo suyo. Quería hacerle saber que todo este tiempo aquel cuerpo le pertenecía a él y a nadie más. Sin importarle la opinión de Yoongi, sin importarle lo destrozado que ahora se encontraba.

–Y-ya basta.–Dijo con un nudo en su garganta.

Yoongi no quería llorar, no quería demostrarse débil, pero se le estaba haciendo inevitable. ¿Cómo podría estar bien? Toda su ira se fue, y se convirtió en lágrimas. Quedando vulnerable a todo, se encontraba horriblemente mal.

–¿Ahora lloras? Vamos...No seas así, te la pasarás genial aquí.–dijo susurrando lo último.

Yoongi continuó llorando de manera silenciosa, como siempre solía hacerlo. Sus lágrimas brotaban de sus ojos como un fuerte río.

–Te desataré ¿Está bien, gatito?

Yoongi solo asintió en silencio.

El mayor comenzó a desatarlo con una sonrisa, de esas tan características suyas. Una llena de burla y, como siempre, mucho deseo.

Primero sacó aquella venda negra que se encontraba en sus ojos, dejando ver los ojos rojos de Yoongi llenos de lágrimas.

Yoongi recordaba aquel rostro, y otra vez...se le volvió jodidamente atractivo. Pero no quería pensar en eso, solo se sentía atraído por Jungkookie, por nadie más. Nadie era más lindo y perfecto que él.

–Eres increíble, hasta verte llorando...

Se acercó a la boca de Yoongi y en la misma, susurró.

-Me excita~.

Yoongi, otra vez, sintió miedo. Le tenía terror a las cosas que la persona que se encontraba junto a él en la habitación podría hacerle.

El mayor dejó sus alucinaciones sexuales y prosiguió a desatar los pies, acercando su cabeza hacia el miembro de Yoongi a propósito, haciéndole sentir a este realmente incómodo y avergonzado. Terminó por desatar las muñecas y, al fin, estaba libre de las dolorosas ataduras.

El mayor tocó el miembro de Yoongi por sobre sus jeans y lo miró con lujuria. Yoongi se estremeció.

Volvió a sentir ira, asco, y en un impulso sin pensar lanzó un puñetazo en la boca del azabache.

–Lo siento... Yo....–dijo Yoongi tomándole el peso a lo que acababa de hacer.

Pero fue interrumpido por una risilla. Para su sorpresa el contrario, mientras secaba la poca cantidad de sangre que brotaba de su boca, reía mirándolo con ojos aterradores.

–Yo...

En un movimiento brusco este fue lanzado a la cama. Quedando el azabache sobre él y dejándolo sin escapatoria alguna. Apresándolo de cualquier intento de escape comenzó a adentrar su mano bajo su pantalón y por sobre su bóxer. Estimulando su glande y dándole pequeños toquecitos, que a pesar de ser cortos y rápidos, eran malditamente excitantes.

–Comenzarás a respetarme pequeñín. ¿Entendido?

Y sin esperar ninguna respuesta continuó a besar descontrolada y con posesividad el blanquecino cuello del castaño.

Otra vez Yoongi lloraba, sin dejarle escuchar al mayor. Pero no impedía que el azabache continuara, admitió que este era su destino y que no podría impedirlo, ni por más que lo deseara.

Minutos después toda ropa existente ya había caído al suelo. Park no paraba de disfrutar aquel cuerpo desnudo frente a él. Y no tendría ni la mínima gota de piedad .Tomó las caderas y sin previo aviso adentró su pene en Yoongi. Gimió de placer y embistió con fuerza y brusquedad. Yoongi gemía, pero no por placer ni nada parecido, lloraba de dolor.

Realmente estaba sufriendo, sus lágrimas no paraban de correr mientras subía y bajaba por las fuertes embestidas que le eran proporcionadas. Le rogaba al mayor que se detuviera, que le dejara ir, o algo que tuviera que ver con dejar de sentir aquél dolor tan fuerte. Como era de esperarse, el azabache se reusó, continuando con lo suyo, llenándose de placer y lujuria nunca antes experimentada.

–Dios, eres jodidamente delicioso~.–dijo gruñendo.

Yoongi volvió a gemir del dolor. Verdaderamente era un dolor que nunca había sentido antes. Rompió su labio cayendo gotas de sangre en las blancas sábanas de la exageradamente gran cama, mientras continuaba sollozando y alucinando del dolor.

–Agh...Sí, joder~.–gemía gravemente el azabache.

Apretando las nalgas de Yoongi las abrió para separarlas y tener aún más contacto.

Yoongi quería vomitar por dos razones, el maldito dolor y el asqueroso sonido de sus pieles chocando en cada embestida. No quería mirar a quien estaba sobre él, no se había dado ni un solo segundo para hacerlo, pues no quería, le daba repugnancia tener que ver a aquél ser tan asqueroso y despreciable.

En un último gemido su parte tresera junto a todo su interior fue llenada por el semen de Park. Dejando por algunos segundos su pene dentro por completo, disfrutando la calidez de su propio esperma junto a las calientes paredes del castaño. Yoongi quería vomitar.

Jimin, lentamente, sacó su pene del culo del menor y lo dejó caer a la cama. Ahora si se escuchaban los sollozos del mayor, ahora que no se escuchaban los sonoros gruñidos del mayor por toda la habitación. Lloraba sin parar, desnudo entre las desordenadas sábanas de la cama.

Park se acercó a Yoongi y le dio un beso en su sudada frente.

–Iré a bañarme, ¿está bien?–dijo el mayor sonando 'amigable'.

El menor se reusó a contestar y continuó llorando mientras el azabache se dirigía a la puerta.

–Asegurate de hacerlo también, gatito. El baño es la puerta que se encuentra a la derecha de tu armario.

No recibió respuesta.

–Estuviste jodidamente increíble, si sigues así recibirás recompensas hermoso.-Yoongi sollozó.

–Buenas noches, pequeñín...

Mañana será un largo a.

×Mine×Yoonmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora